PALACIO/ ¿Cómo “las chachas”?

>> Provoca berrinche y bilis malogrado “sexenio de 18 años”

>> Gobernador de Tamaulipas se resiste a reconocer triunfo de Américo

>> El “campo minado” también incluye la dirigencia estatal del PAN

MARIO DÍAZ (El Diario de Matamoros). EL gobernador del estado de Tamaulipas FRANCISCO JAVIER GARCÍA CABEZA DE VACA se resiste a aceptar la derrota electoral del 5 de junio que le impidió continuar los “vientos del cambio” por, al menos, un par de sexenios más, tal y como estaba estructurado el proyecto original de un gobierno cabecista de 18 años.

Lejos de reconocer que tal resultado obedeció a su mal gobierno que se refleja en la ausencia de obras y el millonario endeudamiento de las finanzas estatales, además del peso de la marca política del momento (Morena), GARCÍA CABEZA DE VACA ha girado instrucciones para dejar “un campo minado” al gobernador electo AMÉRICO VILLARREAL ANAYA que se convertirá en constitucional a partir del primero de octubre.

El mandatario tamaulipeco pretende seguir influyendo en el próximo sexenio a través de la Fiscalía General del Estado, el Congreso Local, el Poder Judicial, la administración de las Comisiones de Agua Potable y Alcantarillado (COMAPAS), el Padrón de Proveedores, el Grupo de Operaciones Especiales (GOPES) Comisión Estatal de Seguridad Pública, entre otras tantas “minas” sembradas en las dependencias estatales de mayor importancia.

Pero no tan solo eso: también es su deseo seguir “mangoneando” el Comité Directivo Estatal del Partido Acción Nacional para influir en la selección de candidatos a futuras contiendas políticas.

El ego, la soberbia y la bravuconería no le permiten ver que, a pesar de haber entrado por la puerta grande (negociación política de cúpulas partidistas de por medio) al gobierno del estado de Tamaulipas, ahora, como “las chachas”, se prepara para salir por la puerta de atrás el próximo 30 de septiembre.

A 33 días de dejar el poder y el fuero constitucional estatal y a 78 días del triunfo electoral del doctor VILLARREAL ANAYA, ratificado por el Instituto Electoral de Tamaulipas y el Tribunal Electoral de Tamaulipas, es fecha que GARCÍA CABEZA DE VACA no se ha dignado a reconocer el triunfo en las urnas del médico-cardiólogo.

Emulando a un “niño berrinchudo” y pretendiendo dar una imagen de ciudadano norteño “echado pa´ delante”, es la real percepción del mayor porcentaje de votantes tamaulipecos y, lo más lamentable, de un sector importante de la base panista.

Reelegir mediante la imposición a un dirigente perdedor tal y como está etiquetado el actual dirigente estatal albiazul LUIS RENÉ CANTÚ GALVÁN, es una decisión del mandatario que es aplaudida por los simpatizantes cabecistas, pero no de los militantes y activistas de “hueso azul”.

Mediante marrullerías partidistas, la Comisión Organizadora de la elección de la nueva directiva del CEN del PAN no permitió el registro del aspirante a la competencia interna, el ex senador JOSÉ JULIÁN SACRAMENTO GARZA.

Hace ocho días, representantes de SACRAMENTO GARZA se presentaron con la carta intención para el registro correspondiente, pero su petición fue rechazada por una secretaria de segundo nivel que les comunicó que ese trámite debió realizarlo personalmente el interesado, requisito que no aparece en la convocatoria respectiva.

La realidad de las cosas es que el ex diputado federal, ex senador de la república y ex candidato panista al gobierno del estado de Tamaulipas no goza de las confianzas (por aquello del robo de reflectores) de quien se apresta a dejar la titularidad del Poder Ejecutivo Estatal. Tan es así que, “para quitárselo de encima”, el gobernador CABEZA DE VACA, desde el inicio de su administración, desterró a JOSÉ JULIÁN SACRAMENTO designándolo Encargado de la Oficina de Gobierno de Tamaulipas en el estado de Nuevo León.

Al margen de “celos políticos”, lo cierto es que SACRAMENTO GARZA goza de mayor simpatía y apoyo de la base albiceleste, superando con creces al todavía dirigente estatal panista, LUIS RENÉ CANTÚ GALVÁN, quien a lo largo de su gestión partidista se ha caracterizado por ser un simple “títere” del mandatario tamaulipeco.

DESDE EL BALCÓN:

I.-Eso de dirigentes “títeres” nos trae a la memoria el “liderazgo” que ejerce un comunicador de Colima que preside una entelequia llamada “federación de asociaciones de periodistas de méxico” (en realidad es un “club de amigos de….”), quien en noviembre próximo será relevado por una sinaloense ligada a oscuros intereses. El traidor y Judas tamaulipeco se quedó como se dice en el argot beisbolero: con la carabina al hombro.

Un par de fracasados radiodifusores y “férreos defensores de las libertades de prensa y expresión” juegan el papel de titiriteros.

Por cierto, los efectos de la demencia senil provocaron que, en reciente reunión “a distancia”, un micrófono se quedara abierto y se escucharan expresiones no propias de quien se supone ejerce un liderazgo.

II.-Sin ninguna necesidad, que mal se ve el secretario General de Gobierno de Tamaulipas, GERARDO PEÑA FLORES, al justificar que el gobernador FRANCISCO JAVIER GARCÍA CABEZA DE VACA tiene facultades legales y constitucionales para ordenar los cambios que considere en la estructura gubernamental.

Por supuesto que las tiene, pero cómo explica el segundo de a bordo en el gobierno tamaulipeco que esas adecuaciones se realicen luego de 5 años y casi 11 meses de gestión, es decir a poco más de un mes que finalice el sexenio.

Alguien debiera recomendarle a PEÑA FLORES que “calladito se ve más bonito”.

Y hasta la próxima.

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