>> Sheinbaum es la “corcholata” favorita, y Gálvez ha sido catapultada desde las mañaneras
>> Todo indica que ambas damas encabezarán el oficialismo y la oposición.
>> AMLO, Morena y programas sociales federales son las principales armas de la 4T
MARIO DÍAZ
H. Matamoros, Tamaulipas. A juzgar por el actual escenario político a nivel nacional, no resulta aventurado ni temerario vaticinar que en la elección presidencial 2024 se enfrentarán en las urnas XÓCHITL GÁLVEZ RUIZ, con la estafeta del Frente Amplio por México, y CLAUDIA SHEINBAUM PARDO, representando al oficialismo de la Cuarta Transformación.
La tendencia que se presenta en el bloque opositor integrado por el PAN-PRI-PRD indica que la dama del huipil superará a sus contrincantes partidistas SANTIAGO CREEL MIRANDA, BEATRIZ PAREDES RANGEL y ENRIQUE DE LA MADRID CORDERO.
En la esquina contraria, las circunstancias políticas al interior de Morena y sus aliados prácticamente colocan a la ex jefa de gobierno de la Ciudad de México como la candidata de la IV T, dejando en el camino a sus competidores MARCELO EBRAD CASAUBÓN, RICARDO MONREAL ÁVILA, ADÁN AUGUSTO LÓPEZ, GERARDO FERNÁNDEZ NOROÑA y MANUEL VELASCO.
En ambos casos se presenta una particularidad no necesariamente asociada a la natural rivalidad ideológica y partidista entre el oficialismo y el bloque opositor: el presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR es quien a colocado en esos niveles de aceptación ciudadana a ambas eventuales contendientes en la elección que convoca a las urnas el primer domingo de junio próximo.
Veamos.
Desde que el huésped de Palacio Nacional autorizó la carrera presidencial tras los resultados negativos de la jornada electoral de 2021, el creador de Morena siempre se ha manifestado en favor de SHEINBAUM al considerar que es una garantía para la continuidad del proyecto de nación del gobierno de la Cuarta Transformación.
En consecuencia, la popularidad de AMLO y el posicionamiento de la marca política del momento son elementos esenciales que han contribuido a que el resultado de distintas encuestas la coloquen en el lugar preferencial del hándicap de las “corcholatas”.
Respecto al inusitado posicionamiento de la senadora panista XOCHITL GÁLVEZ quien se perfila como la candidata del bloque opositor a la presidencia de la república, factor decisivo ha sido el impulso que se le ha brindado desde el salón Tesorería del Palacio Nacional, durante las conferencias mañaneras.
Una generosa corriente de opinión asegura que el jefe del Ejecutivo federal prácticamente se ha encargado de catapultar políticamente a GÁLVEZ RUIZ, quien, hasta antes de tal embestida mediática, su proyecto político personal consistía solamente en competir por el gobierno de la Ciudad de México.
Ahora que, a decir verdad, aún y con la popularidad y aceptación ciudadana captada hasta el momento, se antoja sumamente difícil, por no decir imposible, que la legisladora con licencia aterrice su deseo en el sentido de que LÓPEZ OBRADOR le ceda la banda presidencial.
Cierto es que en términos de marketing político XÓCHITL es mejor oferta que CLAUDIA. Sin embargo, el apoyo de AMLO con su incuestionable popularidad, la fortaleza de la marca partidista del momento y los programas federales de apoyo a la clase social que representa el mayor número de votos, permiten suponer que, al final de la jornada electoral, son circunstancias que incidirán en el movimiento del fiel de la balanza.
No obstante, el riesgo de presentar una oferta electoral con menor carisma que la rival más posicionada podría incidir no en la competencia por la presidencia de la república, sino en la supremacía y control absoluto de ambas cámaras del Congreso de la Unión.
Justo ahí en donde el oficialismo, por un lado, y la oposición, por el otro, deben centrar las miras de sus respectivas baterías políticas para lograr la mayoría calificada que asegure la continuidad de la 4T y, en sentido contrario, el contrapeso político que permita la negociación en la Cámara de Diputados y en el Senado.
Desde una perspectiva que pretende ser lo más objetiva posible, serán XÓCHITL GÁLVEZ y CLAUDIA SHEINBAUM quienes se disputen la banda presidencial en el proceso electoral 2024 que inicia formalmente en el cada vez más próximo mes de septiembre.
Otra lectura indica que, efectivamente, el presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR es quien ha impulsado políticamente a ambas damas de la política mexicana, a pesar de la rivalidad partidista e ideológica.
DESDE EL BALCÓN:
I.-Al margen de que el escenario político en el país sugiera que la Cuarta Transformación continuará al menos por el próximo sexenio, la verdadera batalla partidista se dará en la elección por curules y escaños en el Congreso de la Unión.
La IV T le apuesta y confía en que logrará la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados y en el Senado; situación muy similar en Tamaulipas en donde el gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA considera que la LXVI Legislatura local será de mayoría calificada morenista y que desactivará el “campo minado” que le dejó su antecesor.
Y hasta la próxima.