«Todos los errores humanos son fruto de la impaciencia.
Interrupción prematura de un proceso ordenado,
obstáculo artificial levantado al
derredor de una realidad artificial».
Franz Kafka
ARTURO SUÁREZ RAMÍREZ/ @arturosuarez
Con Marcelo Ebrard no pasó absolutamente nada, solo estiró la liga para poder negociar su estancia en la 4T, pero lo hizo demasiado tarde y los tiempos ya no le dieron para la elección del año que viene, no rompió con López Obrador, ni con Morena y ahora será, a regañadientes, aliado de Claudia Sheinbaum que resultó beneficiada de la encuesta o el dedazo del Pejelagarto.
La lealtad que Ebrard le tiene a López Obrador es muy grande o le saben tanto que no le permitieron irse del partido. Pero seamos claros, Marcelo no puede decirse sorprendido del trato que le dieron, ya en el 2012 se la había aplicado López y lo bajó de la carrera presidencial para que él tuviera su segunda oportunidad con la promesa que la siguiente le tocaría a Marcelo, pero se le vino el escándalo de la Línea 12 del metro y terminó exiliado en Francia.
Según lo dicho por el ex jefe de Gobierno, tuvo dos reuniones con Claudia Sheinbaum y ahí expuso sus inconformidades, entonces convinieron qué se hizo trampa, pactaron que el partido reconocería las faltas y sancionar a algunos cuantos, pero el proceso de selección no se repone, claro que no es con ella, sino realmente con el inquilino de Palacio Nacional.
Incluso la virtual candidata presidencial Claudia Sheinbaum, celebró que el excanciller Marcelo Ebrard haya decidido quedarse en el partido, cabe destacar que Los acuerdos con Sheinbaum no forman parte de la resolución oficial de Morena, es decir, no quedaron establecidos en el documento que emitió la Comisión.
Tuvieron que pasar dos meses después del triunfo de Sheinbaum, Ebrard por fin reconoce que ella tiene el “bastón de mando”, símbolo político de López Obrador, quien lo entregó a su sucesora en una ceremonia a la que no asistió el excanciller.
Así que el tiempo se le fue a Marcelo Ebrard, dice que no le interesan los cargos, le interesa el rumbo de México y la continuidad de la 4T, pero será el coordinador de la bancada en el Senado de la República como lo propuso su patrón en el acuerdo que firmaron. Sabemos que la relación entre Claudia y Marcelo no es la mejor, pero por injerencia del dueño del partido le pudieron haber ofrecido la Secretaría de Gobernación, claro en caso de que ganen la presidencia en el 2024.
Le volvieron a ganar la partida al ex canciller, no le queda más que aceptar que su oportunidad será para el 2030, las cosas cambiarán drásticamente y es muy probable que ya no tenga la misma fuerza, comió tierra de nuevo en su papel de segundón… pero mejor ahí la dejamos.
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Hasta la próxima.