Comencé a estudiar periodismo porque pensé
que ahí me enseñarían a escribir, me costaba
un gran esfuerzo escribir, siempre me ha costado,
no soy un escritor; aunque he escrito muchas cosas,
la mitad debí no haberlas escrito.
Vicente Leñero
ARTURO SUÁREZ RAMÍREZ/ @arturosuarez
Sí algo hay que reconocer a López Obrador es su capacidad para salirse por la tangente, torear para que no se hable de los temas importantes, fijar la agenda nacional que para eso es el presidente de la República, el asunto son sus formas de actuar, ante la falta de resultados en casi todos los frentes ha decidido emprender una estrategia de confrontar al que se le ponga enfrente, ya sabemos el cuento aquel de que si no se está de acuerdo con la transformación entonces eres de los contras, según no hay medias tintas aunque el Pejelagarto en aquello de justificar sus fracasos y la corrupción se ha vuelto el amo del relativismo y así se han ido más de cuatro años en el poder.
Aquí se lo dije, para la 4T era indispensable que el juicio a Genaro García Luna durara las ocho semanas, se les desinfló mucho antes y se quemaron esa posibilidad culpando a los marchistas que apoyaron al INE diciendo que esa manifestación era en apoyo a García Luna, luego de eso nada relevante, se les vino encima el escándalo de Segalmex y aunque se quiera defender se estima que el quebranto es mayor que la “estafa maestra” de Peña Nieto, claro que para el inquilino de Palacio Nacional fue un engaño de viejos priistas que le vieron la cara a su incondicional Ignacio Ovalle, el tabasqueño lo ha defendido hasta la furia de confrontarse con la prensa, prometió que se va a esclarecer, ya sabemos “porque no somos iguales” reza mientras aprieta la mandíbula.
Luego se le vino la tragedia de Ciudad Juárez donde perdieron la vida 40 migrantes que fueron encerrados bajo llave mientras se incendiaban las instalaciones del INM que se convirtieron en cárcel y luego crematorio. Las críticas nacionales e internacionales se han hecho presentes mientras que la tragedia les pega a dos de sus “corcholatas”. Por un lado, al canciller Marcelo Ebrard quien ha sido el artífice de la política migratoria que a todas luces beneficia a Estados Unidos. Por el otro lado, al secretario de Gobernación, Adán Augusto López del que depende el INM, pero prefirieron que Rosa Icela Rodríguez diera la cara para cuidarlo y proteger a Francisco Garduño amigo de hace muchos años de López Obrador, pero que ya anunció la FGR una denuncia en su contra. La instrucción fue que los propagandistas hicieran lo suyo, que culparan al pasado a pesar del dolor de las víctimas tal y como lo hizo Alejandro Solalinde que ve hasta rastros de santidad en su patrón.
La semana pasada se aventaron la puntada de “nacionalizar” la industria eléctrica, luego de años de confrontarse con Iberdrola el gobierno de México decidió comprar algunas terminales, pero los analistas ya lo desmintieron y se habla de la compra entre particulares, es decir la empresa española hizo un gran negocio con la 4T, en esa cascada de críticas va una que les duele en Palacio, pues Manuel Bartlett Díaz director de la CFE habría sido el que convenció a un López Obrador que se encuentra nervioso porque sus obras no jalan y no van a estar en tiempo y forma, en ese sentido ha encontrado otra forma de desviar las miradas del Tren Maya, Dos Bocas, el AIFA o el Transístmico, además del sobre costo que existe en ellas y la destrucción ecológica que será irreversible.
Como ya nadie le da el peso a López Obrador y pocos son los que quieren una pelea con el presidente, ahora apunta hacia otro lado, se encuentra defendiendo la soberanía nacional aunque solo de palabra porque en las oportunidades que ha tenido frente a Donald Trump y Joe Biden se ha “doblado” y se ha portado dócil, López ha encontrado en un grupo de legisladores republicanos la posibilidad de vender su falso nacionalismo, incluso ha llamado a no votar por ellos inmiscuyéndose en la vida política de aquel país, veremos si aguanta cuando alguno de ellos se meta. Estados Unidos es el país número uno de consumidores y de siempre ha tenido un discurso hipócrita con México, ahora no es la excepción y López Obrador entiende la raja política que puede sacar, el tiempo que le dan para desviar miradas de lo realmente importante que consume al país y justificar sus grandes fracasos que en unos meses no se podrán ocultar.
Ahora quiere arrastrar a China a una discusión y encontronazo con EU sobre el trasiego de fentanilo, por ello López escribió una carta al presidente Xi Jinping que tuvo una rápida y firme respuesta para López Obrador donde niegan que de aquellas tierras salgan los embarques a México y luego al vecino del norte, ni modo que lo acepten, los chinos pidieron que cada país asuma su responsabilidad, algo que López no entiende y no le siguieron el juego… pero mejor ahí la dejamos.
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Hasta la próxima.