«La realidad era un lugar
extraño y peligroso,
un lugar donde no tenía sentido
quedarse por mucho tiempo.»
Haruki Murakami
ARTURO SUÁREZ RAMÍREZ/ @arturosuarez
De nueva cuenta le dan una zarandeada al presidente López Obrador en una investigación de Latin US, ahora con “Bobby “López Beltrán qué también le entra a eso del tráfico de influencias, ese mal que pregonando se terminaría por la simple presencia de superioridad moral que emana del impoluto Pejelagarto.
El periodista Loret de Mola dio a conocer que el hijo de AMLO se encuentra presuntamente involucrado en una extensa red de negocios y tráfico de influencias, mediante la cual se habría apropiado de millones de pesos destinados a una de las obras gubernamentales en México durante el quinto año de la administración de su padre, obviamente el pejelagarto salió en defensa de su hijo argumentando que cuánto gana el comunicador, pero el asunto no es cuánto gana de Loret, sino el que ellos mismos aseguran que son diferentes, ¿y entonces?
Aquí se lo he dicho, López Obrador se formó en el PRI más rancio, el de Echeverría y López Portillo, el segundo padre de la frase “son orgullo de mi nepotismo”. Luego en tiempos de Vicente Fox se documentó el actuar de los hijos de Martha Sahagún y varios de los que hoy son gobierno y que también creen que son superiores porque son esbirros del que consideran cuasi santo se desgañitaban y horrorizaban por la corrupción del pasado, hoy guardan silencio y hacen maromas para justificar las acciones de los “juniors”.
Estamos a unos meses y semanas de que termine la administración de la 4T, la corrupción no se terminó, ahí están los hermanos del mismo presidente grabados y recibiendo sobres con dinero, la prima y sus contratos, el caso Segalmex y sus 17 mil millones de pesos, los hijos metidos en enredos de tráfico de influencias y la danza de millones de pesos, dineros públicos. En la toma de protesta de López dijo “no tengo derecho a fallarles” ¿y luego qué pasó?
¿No son iguales?
Luego de la no ratificación de Ernestina Godoy los de Morena se apresuraron a buscar sustituto, como se sabía tendría que ser un incondicional para continuar con la misma línea qué traía Godoy, así se convirtió en encargado de despacho Ulises Lara quien fuera vocero de la FGJ de la capital, sabían que no cumplía el perfil, su formación es en sociología con dos maestrías una en Dirección y Gestión Pública Municipal y otra de Gobierno y Asuntos Públicos.
Ayer lo hicieron licenciado en derecho por la universidad Cúspide que se sabe es de Ernestina. Como dice el presidente López puede ser legal, pero a todas luces es inmoral. Seguramente pronto mostrará su mano dura e ira por quienes le negaron la ratificación a Godoy.
Entre Palabras
Me cuentan que la relación entre Claudia Sheinbaum y Clara Brugada no es buena, algo se rompió en el estira y afloje de la no ratificación de Ernestina Godoy y que incluso viene desde la decisión de no darle la candidatura a Omar García Harfuch.
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Hasta la próxima.