Una prensa libre puede ser buena o mala,
pero sin libertad de prensa
nunca será otra cosa que mala
Albert Camus
ARTURO SUÁREZ RAMÍREZ/ @arturosuarez
El peso de los apellidos para los hijos cuando los padres han sido grandes personajes se puede convertir en una loza muy pesada. Ejemplos de lo anterior hay muchos en la historia mundial y México no es la excepción, ahora mismo hay una controversia en las redes sociales y el ambiente en general porque Andrés López Beltrán, hijo de López Obrador ha pedido apresuradamente, que ya no le llamen Andy, quizás eso resulte lo más relevante de una elección que se fue a operar y lo barrieron.
No es un secreto que MORENA, el partido que llevó al pejelagarto al poder tiene dueño, vive en palenque y así se han conducido. Una cúpula familiar que incluye a sus hijos, sus cercanos, luego otras familias y personajes, después todos los demás, ahí están los organigramas de las dependencias y el mismo partido. A poco no recuerdan la frase de López Portillo “es el orgullo de mi nepotismo” en referencia a su hijo, coincidencia, José Ramón cuando lo nombró subsecretario de Programación y presupuesto.
Con todo y su reforma para impedir el nepotismo ahí sigue y seguirá, encontrarán la forma de darle la vuelta, así como ocurría en el vapuleado Poder Judicial. Pero regresando al tema de Andy y Luisa María Alcalde, ellos son ahora los encargados de llevar el timón y no les fue nada bien en Veracruz y Durango. Tiene el mismo síndrome de la oposición, ven éxito en donde los números se los marcan como derrotas y no hay otra forma de calificar más que de fracaso, además del abstencionismo del 87% en la renovación del Poder Judicial.
En el caso particular de Durango, Andy se fue a vivir a la entidad para trabajar de tiempo completo en las campañas y sus resultados fueron ínfimos. Eso sí, las mismas mamás de su padre, como los resultados no le favorecieron, ya los puso en duda. Ahí queda para el análisis la elección del 2006 que les ganó Felipe Calderón y como prueba de ello entregaron cajas vacías. Luego en el 2012 ganaron Peña Nieto y se dijo víctima de fraude por la compra de votos. López Obrador ha sido el amo de la victimización, pero bien sus chicanadas le dan para escribir un manual e intentar aplicarlo, aunque dicen que segundas partes nunca fueron buenas.
En este mismo espacio, unas semanas después del nombramiento de Luisa María Alcalde como presidenta de Morena y de Andy López Beltrán como secretario, escribí que ellos son la renovación, la imposición de las familias y en una de esas hasta el proyecto para el 2030 o 2036, tiene el apoyo cupular y sobre todo uno es el hijo del dueño del balón y lo sigo pensando. Aunque desde la designación de la pareja hubo voces de crítica que aumentaron por la afiliación de nuevos impresentables y ahora hay que sumar la derrota en Durango.
Ahí están las voces que defienden a “Andy”, que así lo llaman sus cercanos, sus socios, sus defensores y detractores, pero sobre todo su padre que seguramente como el otro López está orgulloso, la sobra del Pejelagarto siempre lo va a perseguir… pero mejor ahí la dejamos.
Entre Palabras
¿No qué es muy influyente? Embajador de EU en México plantó a Fernández Noroña, y tanto que presumió su visita a su oficina. ¿Buscará que Ronald D. Johnson se disculpe?
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Hasta la próxima.