«Sin libertad, la democracia es despotismo,
sin democracia la libertad es una quimera».
Octavio Paz
ARTURO SUÁREZ RAMÍREZ/ @arturosuarez
La tendencia iniciada por Andrés Manuel López Obrador para destruir instituciones, la siguen a pie juntillas, como si el tabasqueño les siguiera tirando línea, como dicen no se ve, pero como se siente su mano y los otros muy obedientes.
Prácticamente desde su llegada en el 2018 a la presidencia se anunció la desaparición de órganos autónomos, según porque consumen mucho presupuesto, en otros casos se hace doble trabajo con algunas secretarías de Estado y lo peor es que para los de la 4T basta la buena voluntad del gobierno para que se entienda que ya no hay corrupción, que son más transparentes y democráticos que los del pasado.
Como sociedad nos tardamos años para construir instituciones con autonomía, aunque en descarga siempre existió la posibilidad de infiltrarlos, pero con todo y todo fueron pilares para la transparencia, para la confianza y hasta para obligar a los gobernantes que entregarán información de interés de todos los mexicanos, esa que se guardaban argumentando que correspondían a la seguridad nacional, y no era otra cosa que tapar la corrupción. En eso hay ejemplos de los gobiernos panistas, priistas y los morenistas.
Según con la llegada de la 4T al gobierno y la demolición del modelo neoliberal se buscaría el fortalecimiento y la transformación de esos órganos, pero como siempre fueron incómodos buscaron terminar con ellos. De entrada, está el debilitamiento del Instituto Nacional Electoral y la llegada de consejeros afines al régimen.
También está el caso del INAI, una herramienta formidable para que la ciudadanía pregunte a funcionarios y dependencias. La Comisión Nacional de Derechos Humanos, aunque no desaparece fue entregada a una de las mayores porristas de López Obrador y Claudia Sheinbaum.
En el marco de la reforma judicial y la gran mayoría de Morena en las Cámaras, Ricardo Monreal confirmó que viene el proceso de extinción del INAI y los 32 institutos de transparencia estatales. Eso resulta curioso cuando los del partido en el poder gobiernan 23 de los 32 estados y en muchos casos sus gobernantes se encuentran bajo la lupa como Rubén Rocha Moya.
Este próximo jueves iniciará el proceso con la declaratoria de publicidad, se discutirán con premura y se aprobará, todo antes de terminar noviembre. Así avanza la noche porque significa que los encargados de garantizar el acceso a la información y proteger los datos personales de los ciudadanos se esfumarán de un plumazo.
La transparencia es fundamental para el funcionamiento de una democracia saludable, permite a los ciudadanos conocer las acciones y decisiones de sus gobernantes que son empleados de los electores, eso debería fomentar la confianza y la rendición de cuentas, esa que tanto les desagrada.
La Cámara de Diputados recibió una reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal en la que se propone crear la Secretaría de la Mujer; la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación; la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones, y transformar la Secretaría de la Función Pública en Secretaría Anticorrupción y de Buen Gobierno, que absorbería las facultades y funciones del Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información (Inai).
Veremos con que los suplen, pero debe ser inmediato porque si no la falta de acceso a información, la corrupción y la desconfianza en las instituciones van a crecer y los resultados de esas acciones los veremos muy pronto, en las democracias no tiene cabida la fe a ciegas, ni la probidad de los políticos, sino ahí está Segalmex con su desfalco de 17 mil millones de pesos. ¿Y la autoridad moral se les terminó?… pero mejor ahí la dejamos.
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Hasta la próxima.