“En realidad no le importaba la muerte,
sino la vida, y por eso la sensación que experimentó cuando
pronunciaron la sentencia no fue una sensación
de miedo sino de nostalgia”
Gabriel García Márquez
ARTURO SUÁREZ RAMÍREZ/ @arturosuarez
Debido al cambio climático, la resiliencia ecológica se ha vuelto más crucial que nunca. El cambio climático está alterando patrones climáticos, incrementando la frecuencia e intensidad de fenómenos meteorológicos extremos y afectando a los hábitats naturales. Estos cambios pueden llevar a la pérdida de especies, la degradación de ecosistemas y la disminución de la capacidad de la Tierra para proporcionar servicios ecosistémicos esenciales, como la purificación del agua, la polinización de cultivos y la regulación del clima.
Vivimos el ocaso de la administración de Andrés Manuel López Obrador, el primer gobierno de izquierda de México y ya sabemos que Claudia Sheinbaum Pardo ocupará la presidencia en lo que ellos llaman “el segundo piso de la Cuarta Transformación”. López deja abiertos muchos frentes, pero sin duda una herencia desastrosa en términos de medio ambiente.
Pronto López Obrador mostró su verdadero rostro y a pesar de jurar qué no se cortaría ni un árbol, la devastación en el sureste mexicano ha sido tema internacional, todo para construir el Tren Maya en la selva de Quintana Roo, Yucatán y Chiapas, de hecho, se habla de 7 millones de árboles talados de los cuales aseguran el producto del desmonte fue troceado, triturado y utilizado como material para el arrope de taludes a lo largo del DDV para proteger y conservar las características del suelo.
Mientras las tendencias mundiales iban en sentido de usar energías limpias y renovables, el presidente López apostó por el recayendo de Pemex qué ha salido muy caro y apostó por más energía fósil, por ello se construyó la refinería de Dos Bocas que hasta ahora no ha dado ni un solo litro de gasolina o algún derivado de hidrocarburo, lo peor es que no hay fecha para que la refinería opere al cien por ciento.
Diseñada para producir 170 mil barriles diarios de gasolina y 120 mil barriles de diésel, la séptima refinería de Pemex enfrenta múltiples retrasos desde que terminó su construcción y fue inaugurada en julio de 2022 sin producir un solo barril de combustibles. Desde entonces, AMLO y Pemex han pospuesto el inicio de operaciones comerciales sin detallar las causas. Dos Bocas enfrenta sobrecostos que rebasan el doble del presupuesto inicial de 8 mil millones de dólares escalando hasta los 18 mil 900 millones de dicha divisa.
Así que se apostó por el petróleo y energías con una gran huella de carbono, México se metió en un retraso de por lo menos seis años con respecto a los países de vanguardia, los que apuestan por despretrolizar su economía, buscar energías limpias, hacer leyes para proteger a las especies, cuidar el agua y los bosques, generar cultura de conservación, de nuevo llegaremos tarde a la cita.
En vez de fortalecer el sector ambiental lo desmanteló y sustituyó el capital humano de experiencia y conocimiento por leales, pero ineptos en la realización de su trabajo.
Ahora con la próxima llegada de Sheinbaum a la presidencia de la República, la doctora tiene conocimiento en temas de ecología, por lo tanto, no tendría que seguir los pasos de AMLO y es que, en México, en la última década la cobertura de los ecosistemas naturales del país se ha reducido en 62% con las mayores pérdidas en las zonas tropicales.
Los próximos años serán cruciales y la científica Claudia Sheinbaum tiene la posibilidad de hacer un viraje de timón y llevar al país en dirección correcta, veremos si lo hace o continúa con la política retrógrada de la 4T.
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Hasta la próxima.