El prolongado cautiverio, la incertidumbre del mundo,
el hábito de obedecer había resecado en su
corazón las semillas de la rebeldía
Gabriel García Márquez
ARTURO SUÁREZ RAMÍREZ/ @arturosuarez
La constante del gobierno de López Obrador ha sido la amenaza, la mentira y las persecuciones para aquellos que realizan crítica, para los que denuncian como los ambientalistas, activistas y periodistas. Faltan pocos días para terminar un sexenio que prometió libertades plenas y se convirtió en un intento de cercenar las libertades.
Desde su mañanera y sistemáticamente se realizan ataques y se transgrede la ley, así lo ha hecho cuando ha dado a conocer información personal de periodistas como la corresponsal de The New York Times Natalie Kitroeff, luego el Pejelagarto solo atinó a decir que si el problema era su número de celular “… pues que lo cambie”, pero el daño estaba hecho, las ondas de bots y los propagandistas ya la habían amedrentado.
El presidente es un hombre de ideas claras, pero le gana la visera, en varias ocasiones ha pedido que Carlos Loret de Mola, León Krauze, Jorge Ramos entre otros, informen cuánto ganan, aunque sabe que eso pertenece a la esfera de lo privado López lo pide para que “el pueblo” los tache de corruptos, como le digo que cada quien se pronuncie sobre el trabajo de los comunicadores, pero bien saben en Palacio que se trata de ponerlos en la picota y victimizarse.
Ahí quedan los llamados y la documentación de como la “mañanera” es un instrumento de estigmatización, la preocupación de organizaciones internacionales como Artículo 19 ya que la presión del gobierno se da en el marco de violencia que les ha arrancado la vida a 37 periodistas.
En ese ejercicio de comunicación circular, así lo ha llamado el tabasqueño se utilizan estrategias de censura. En lo personal tres colegas de medios diferentes me lo han comentado y claro que se han hecho acreedores a castigos por incomodar al presidente, ahora mismo hay suspendidos por la gente de Jesús Ramírez Cuevas. Mientras que los youtuberos del régimen reciben todo el apoyo para hacer su labor de propaganda.
Uno de los puntos máximos se ha vivido esta semana con la aparición de Pablo Gómez en el show matutino, ahí negaron qué las investigaciones de la UIF incluyan a Loret y a Víctor Trujillo. Lo cierto es que hay investigación y esta debe ser con forme a derecho y no vulnerar la privacidad con documentos que incluye cuánto ganan los trabajadores de LatinUS.
El titular de la UIF si aceptó que desde 2021 se investiga a LatinUS por delitos de lavado de dinero y actos de corrupción, esto a partir de alertas emitidas por bancos mexicanos por movimientos financieros inusuales e información obtenida mediante Inteligencia financiera, se detectó que hay triangulaciones de dinero y un esquema de defraudación en el que están implicadas las cinco empresas que conforman el consorcio LatinUS.
La UIF debe investigaciones sobre los hijos de López, los hermanos recibiendo sobres amarillos, Amílcar Olán, sobre Ignacio Ovalle y el desfalco en Segalmex y más. Faltan dos meses y viene lo peor, aunque se envuelven en la bandera de la libertad como si ellos nos la hubieran regalado. Esperemos que Claudia Sheinbaum y su equipo no vayan por el mismo camino… mejor ahí la dejamos.
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Hasta la próxima.