PALABRAS MÁS/ La pesadilla de López se llama Claudia

Si puedes hablar de manera suficientemente

brillante sobre un tema,

darás la impresión de que lo dominas.

Stanley Kubrick

ARTURO SUÁREZ RAMÍREZ/ @arturosuarez

El panorama político ha tomado un vuelco en el último mes, lo que debería ser una gira de agradecimiento por que Claudia Sheinbaum sería la elegida de López Obrador para sucederlo en el cargo se le ha complicado, tanto que hoy no tiene nada en firme y su campaña es un desastre que la mantiene empantanada, con más problemas y dudas para el inquilino de Palacio Nacional que certidumbre, todo porque el tabasqueño se equivocó en no darle el derecho de réplica a Xóchitl Gálvez y en ello le pasó batería a un armatoste llamado Va por México que estaba en calidad de muerto y hasta a Marcelo Ebrard.

Sheinbaum pierde gas todos los días al grado que si ella fuera la candidata de Morena y Xóchilt la de la alianza habría una diferencia solo de ocho puntos, el asunto es que el proceso debe arrancar oficialmente hasta noviembre y la campaña hasta el próximo año y la doctora no aguantaría el desgaste, claro que falta ver hasta donde se cae Xóchitl una vez que reviente la burbuja en la que está metida y como sale del proceso de selección que ha lastimado a varios que lo ponen en duda.

Como si la cosa no estuviera difícil para Sheinbaum ahí le viene Marcelo Ebrard en un segundo lugar que bien podría usar López para bajar a su alumna de la carrera y poner a alguien con más credenciales y consistencia en la campaña política. Aquí se lo he dicho, unos y otros van a intentar banalizar la campaña y la van a querer llevar al terreno de un concurso de simpatía, en ese terreno que difícil sería para Claudia Sheinbaum competir, no tiene recursos, es un cartón y sus negativos son grandes por las 27 víctimas mortales del Metro y 26 del Rébsamen. Por si fuera poco, se le viene un nuevo escándalo por haber rasurado el sueldo de algunos trabajadores del Gobierno de la Ciudad como aportaciones para la campaña de la científica.

López Obrador es un obsesionado con el poder que le llevó conquistarlo más de 20 años, eso alimentó resentimiento que destila todos los días, que lo mantiene cegado ante sus errores, al presidente le gusta el culto a la personalidad, le gusta que lo alaben, sigue pensando que es el mejor presidente de la historia por encima de Benito Juárez y Francisco I. Madero, en verdad lo cree y no ve la estela de muertos que la 4T está dejando, sus obras puestas en duda que por lo menos hoy pintan para malas inversiones, solo le queda construir con saliva lo que en la realidad es fracaso, en ese contexto y su enfermizo gusto por el poder no se puede permitir poner en riesgo su “proyecto” y Claudia hoy no es garantía.

Falta poco más de quince días para conocer los resultados y el presidente debe tener pesadillas que le genera la decisión si es Claudia o es Marcelo. En el caso del segundo, aquello de la austeridad republicana, menos la pobreza franciscana va con el empresario que seguro no trae 200 pesos en la cartera de diseñador, al que le gusta los relojes caros, el que puede vivir en París holgadamente retirado del escándalo de la Línea 12, el que en algún momento tomaría distancia del Pejelagarto porque está formado en la vieja escuela priista, esos son factores que tiene presente López porque no podría manejarlo tan fácil como a Sheinbaum.

A principios de año nadie se podría imaginar que el proceso y la elección del año que viene Morena tendría un riesgo de perder, hoy esa posibilidad está presente en el ambiente y fue por un error de López Obrador sobre Xóchitl Gálvez, más el factor de que Claudia Sheinbaum es pésima aspirante sin la figura de su mentor. Si es Claudia o Marcelo lo sabremos en breve, aunque el que sea ya le representa un riesgo para el tabasqueño… pero mejor ahí la dejamos.

Escríbeme tus comentarios al correo suartu@gmaiñ.com y sígueme en la cuenta de Instagram en @arturosuarez_.

Hasta la próxima.

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