En México el poder es más codiciado que la riqueza.
Si es usted millonario, le será difícil, casi imposible,
pasar de los negocios a la política. En cambio, puede
usted pasará de la política a los negocios.
Octavio Paz
ARTURO SUÁREZ RAMÍREZ/ @arturosuarez
La ideología de los morenos es el relativismo y lo han aprendido bien de su líder moral, exaltan narrativas alegres ya fuerza de la repetición quisieran convertirlas en realidad, pero simplemente no se puede y varias se les desmoronan en las manos, lamentablemente como varios frentes en el país.
Afortunadamente vivimos en la era de las redes sociales que sirven como un gran archivo para sacar los mejores momentos que se les estrellan en la cara una y otra vez. Quizás por eso les urge sujetar a las redes para silenciar los grandes errores, la corrupción y hasta los muertos que ha dejado el régimen de López Obrador y ahora el de Claudia Sheinbaum.
Son incongruentes, dicen no traicionar y lo primero es la traición a sus convicciones. Por ejemplo, la militarización del país. Cuando lo propuso Felipe Calderón se le fueron a la yugular, lo mismo pasó con Enrique Peña Nieto, pero cuando López Obrador encumbró a los militares, les dio poder, dinero y ahora la posibilidad de buscar cargos de elección popular, terminará por darle la razón a Calderón ya Peña.
Ahí están las fotografías de Luisa María Alcalde, de César Cravioto, de Mario Delgado o Citlalli Hernández con la leyenda “no a la militarización”. En aquellos entonces se pudo frenar, pero ahora con la aplanadora guinda le pasó a la presidente. Ahí, en la militarización del país está la peor herencia del Pejelagarto, que se daba golpes de pecho y que en sus campañas prometía los iba a regresar a los cuarteles, ¡falso!
Algo parecido sucedió cuando en el pasado reciente hubo intentos de hacer un registro de celulares y también se opusieron porque era una violación a las libertades. Ahora le justifican al Ejecutivo la “ley espía”, para que, si quieren, puedan saber qué hace un ciudadano, un opositor o simplemente alguien que considera debe ser vigilado.
Y es que la palabra de la presidenta Claudia Sheinbaum o de Noroña, o la de Monreal no son suficientes para creer que no lo van a hacer porque son superiores morales, ese cuento se les cayó hace tiempo. Insisto, ahora no hay garantías de plena libertad y menos cuando en unos meses entrarán los ganadores de la cuestionada elección judicial que se les relaciona directamente con ese movimiento y de nuevo… ¿Qué garantías de justicia existirán? ¿No los van a llamar para tirarle línea?
Entre las leyes aprobadas están la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública y la Ley del Sistema Nacional de Investigación e Inteligencia en Materia de Seguridad Pública. Ambas legislaciones otorgan nuevas y amplias facultades a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) y a la Guardia Nacional para acceder a bases de datos personales, registros biométricos, datos bancarios, telefónicos, fiscales, catastrales, de transporte, salud, propiedad, comercio y telecomunicaciones, tanto públicos como en posesión de entes privados.
Ahí quedan las observaciones internacionales como las de la OEA para que otros países no repliquen el modelo. Algunas otras en el sentido de la desaparición de órganos autónomos, sobre todo los de transparencia, hemos retrocedido en términos de democracia, aquella que creímos conquistada en el 2000 con la salida del PRI y la llegada del PAN.
Siendo estrictos todos los que han sido gobierno federal desde el inicio del siglo, tienen parte de responsabilidad en matar o poner en terapia intensiva la democracia… pero mejor ahí la dejamos.
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Hasta la próxima.