De la más fragante rosa nació
la abeja más bella, a quien
el limpio rocío dio purísima materia.
Sor Juana Inés de la Cruz
ARTURO SUÁREZ RAMÍREZ (@arturosuarez). Las rencillas entre el presidente del PRI Alejandro Moreno Cárdenas y el senador Miguel Ángel Osorio Chong han ido escalando y no tiene para cuándo finalizar. De entrada, el secretario de Gobernación de Peña Nieto fue uno de los que se opuso desde la elección y llegada a la dirigencia tricolor del tal “Alito”, pero en 2018 llegaron disminuidos con la vapuleada que les dio López Obrador no les quedó de otra, varios salieron del partido y otros se replegaron para no exponerse a los ojos del nuevo gobierno que les recetó aquello de “están derrotados moralmente”.
López Obrador no perdió oportunidad para descargar su venganza con los tricolores que le negaron la posibilidad de hacer carrera en su natal Tabasco, por eso renunció en 1988 y guardó ese rencor para después. Como si fuera venganza la aplicó al estilo del viejo régimen y maquiavélicamente se entrometió en la elección de la dirigencia del PRI y apoyó a Alejandro Moreno Cárdenas, él mismo presumía su cercanía con la cúpula de Palacio Nacional, por lo menos así lo suponía en corto, de tal forma que hasta se ganó el apelativo de “AMLITO”.
La presidencia de Moreno Cárdenas ha estado plagada de división, de escándalos y hasta de traiciones por quien debería encabezar el partido que fue hegemónico en México por más de 80 años, al de “la dictadura perfecta”, al que le dio a México 13 presidentes, el que hasta la llegada del pejelagarto a Palacio Nacional en 2018, gobernaba 14 entidades, ese gran partido que institucionalizó la vida pública y hasta la corrupción luego de un proceso revolucionario, hoy está al borde de la muerte o por lo menos de convertirse en un muerto caminante como el PRD, ahí están las pruebas de fuego de Coahuila y el Estado de México.
Por el otro lado, al terminar el sexenio de Enrique Peña Nieto y que sus cercanos corrieran a esconderse como Emilio Lozoya, se encarcelara a Rosario Robles, se hablara de la posibilidad de llevar a juicio a aquellos que López Obrador bautizó como “la mafia del poder” y que luego reculó, Miguel Ángel Osorio Chong prefirió ir al Senado de la República, ahí ha permanecido con un trabajo discreto.
Pero no seamos ingenuos, Osorio Chong fue el segundo hombre más importante de Peña Nieto, el que manejaba la política interna, tenía acceso al CISEN desde donde se espiaba, que conste son los de la 4T los que lo afirman, pero con todo eso y más, en cuatro años el presidente López Obrador apenas lo ha nombrado en su conferencia mañanera, por lo general su nombre es una omisión en esos discursos, seguramente el “Chino” Chong tendrá información que le ha servido de salvavidas, el otro ausente en las mentadas del tabasqueño, el hombre más importante de Peña Luis Videgaray quien ha guardado silencio y ha evitado ser visto.
Pero regresando al tema, Osorio Chong encabeza al grupo de los viejos priistas que no ven con buenos ojos la dirigencia de “Alito” Moreno, pero saben que no lo pueden sacar porque según los estatutos tendrá que entregar el cargo el próximo año, mientras tienen que aguantar, no es un secreto los movimientos, las reuniones y acuerdos que ya logró Osorio Chong para hacerse de la dirigencia de ser posible antes de la designación del candidato presidencial de Va por México.
No es casual que, en los momentos más importantes de la alianza entre PRI, PAN y PRD, Moreno Cárdenas aparezca rodeado solamente de sus diputados y senadores cercanos, la vieja guardia ha tomado distancia, el encontronazo entre Osorio y Moreno continuará, con esas guerras intestinas sigue ganando el presidente y su Morena… pero mejor ahí la dejamos.
Entre Palabras
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Hasta la próxima.