La filosofía, hoy en día,
corre el grave peligro de ser olvidada
Jacques Derrida
ARTURO SUÁREZ RAMÍREZ. En varias ocasiones le hemos escuchado al presidente López Obrador empeñar su palabra, hasta dijo que si no se resolvía el desabasto se iba a cambiar el nombre, la situación no se resolvió y hoy se enfrenta un problema que sigue creciendo, lo mismo sucedió con la extinción del Seguro Popular creado en el sexenio de Felipe Calderón y que si bien no era una solución definitiva muchas familias encontraban alivio al no tener otra posibilidad de seguridad social, pero ese afán por destruir todo lo que huela al pasado terminó por dejar sin posibilidades a muchos ciudadanos.
La mañana del 21 de octubre del 2019, López Obrador anunció la creación del Insabi, se dijo que sería una pieza fundamental en el Plan Nacional de Salud que entre otras cosas terminaría con la corrupción en la compra de medicamentos, las quejas de los usuarios no se hicieron esperar y la incertidumbre creció, las protestas llegarían unas semanas después por la falta de atención y la carencia de medicamentos, pero el argumento era que se trataba de extinguir contratos con empresas corruptas, un esfuerzo para encaminarnos a un sistema de salud como el de Noruega o Dinamarca dicho por el propio Pejelagarto.
Nadie en sus cinco sentidos puede oponerse a terminar con los corruptos, pero la solución resultó una aspirina para un mal mayor, se pasó de un modelo a otro sin ningún orden, pero muy pronto llegó la prueba de fuego para la 4T, cinco meses después llegó la pandemia por el SARS-CoV-2, así nos fue, hasta ahora contabilizan 322 mil 735 muertos por el Covid-19, los médicos y personal se quejaban porque no tuvieron las condiciones necesarias ni los fármacos para dar servicio, también perdieron la vida mil 320 personas del sector salud, lo que se combatió terminó siendo un caldo de cultivo perfecto para la corrupción, en esas compras de emergencia por paliar la pandemia se adjudicó de manera directa y sin control, ahí están la información de la ASF.
En ese tenor aparecieron oportunistas ligados a las más altas esferas del gabinete de la 4T, el hijo del salinista Manuel Bartlett y director de CFE, le vendió a la delegación del IMSS en Hidalgo 20 ventiladores a un contrato por 31 millones de pesos, el precio más alto desde que se declaró la emergencia sanitaria y ahí quedó el contrato para que se pueda revisar. Como suele suceder en estos casos, López Obrador y Manuel Bartlett evitaron hablar del tema y se dijeron víctimas de una nueva campaña en su contra por parte de los empresarios farmacéuticos que perdieron privilegios.
Pero sin duda uno de los casos más dolorosos para todo el país es la falta de medicamentos oncológicos para los niños, los números nos dicen que han muerto 3 mil menores, los papás de los afectados acusan que sólo se ha adquirido el 51% del total de medicamentos y quimioterapias que se necesitan, por lo que el desabasto sigue latente, además solo han encontrado frivolidad en funcionarios y legisladores de la 4T que se dicen los más humanistas. Inclusive el subsecretario de salud Hugo López-Gatell, los llamó golpistas, claro en un programa propagandista de sus moneros zalameros de Canal Once.
Farmacias privadas encarecieron sus productos hasta 35%, esto implica un mayor gasto, la inflación récord y la falta de empleo bien remunerado. En lo que va del gobierno actual, los medicamentos se han encarecido 19.7%, por arriba de la inflación, reporta el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, y si bien con Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto también se reportaban estos problemas, no eran tan altos los números.
Por ahora se anuncia que el Insabi solo funcionará para hacer compras de medicamentos, será el IMSS quien enfrente la gran demanda de servicios, se estima que en México hay 67 millones 232 mil 764 mexicanos que no tienen seguridad social y que para ellos no resultó el ensayo de López Obrador y su Insabi. Por cierto, a estas alturas, por empeñar su palabra y no cumplir, ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, debería tener otro nombre… pero mejor ahí la dejamos.
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Hasta la próxima.