PALABRAS MÁS/ ¿En salud ya somos como Dinamarca?  

Es más útil entrar en un museo 

que hablar con cien políticos profesionales. 

Ryszard Kapuściński 

ARTURO SUÁREZ RAMÍREZ (@arturosuarez). Al presidente López Obrador se le termina el tiempo de su mandato, estamos a 18 meses de que entregue el cargo y el juicio de la historia será implacable, un caso parecido al de Vicente Fox que generó mucha expectativa y al final no pudo, no estuvo a la altura de la circunstancias y para el Pejelagarto podría ser parecido, sabe que aquello de ser el mejor presidente de México solo quedó para su mente y que no logrará sus promesas de campaña, quizás por eso anda muy enojado buscando con quien pelear, no soporta los cuestionamientos, ni la evidencia y mucho menos a la realidad que lo sobrepasa como en el tema de salud.

Para quienes tienen la desgracia de padecer una enfermedad crónica y las visitas a las clínicas y hospitales del sector Salud son constantes, dan cuenta del deterioro de instalaciones, la falta de personal, el desabasto de material quirúrgico y de medicamentos, las fechas distantes para iniciar tratamientos como la radioterapia, las muertes de más de 3 mil niños a causa del cáncer que López Gatell ha querido minimizar y hasta llamó a sus padres golpistas y muchos otros ejemplos que nos dan luz para entender que no vamos a tener un sistema digno sistema de salud con los de la 4T, no soñamos con llegar a los niveles de los países escandinavos, insisto eso solo queda en la cabeza del tabasqueño.

No se debe olvidar la forma en cómo se enfrentó la pandemia en medio de un desorden por el INSABI y una lucha contra la corrupción de los laboratorios que surtían al sector y que nunca fue castigado alguno de esos empresarios, no se les llevó ante la justicia ni a los funcionarios, pero sí se cortó de tajo la compra de fármacos en el peor momento. Aquí lo he dicho, ningún país estaba preparado para una pandemia como la del SARS-CoV-2, pero en medio de esa calamidad los mandatarios mostraron sus talentos para gobernar, para contener y reducir las pérdidas, en otros casos la pandemia los encueró y nos mostró su verdadero rostro como el de López, el más rupestre, de los abrazos y los detente, así nos fue, 333 mil 102 muertos, 7 millones 471 mil 65 contagios que nos pone a nivel mundial entre los primeros que manejaron mal la pandemia.

Al desencuentro que tuvo el López Obrador con la reportera de Animal Político Nayeli Roldán, le antecedió otro con la periodista Marta Obeso quien cuestionó al presidente sobre el “trabajo” que funcionarios deberían hacer para apoyar a la medicina tradicional, el Pejelagarto enfureció y le dijo que tenía plena confianza en su secretario de Salud Jorge Alcocer y en el subsecretario Hugo López Gatell, como es su costumbre desestimó los estudios en ese caso de la Sorbona sobre el abandono de esa medicina.

Pero ya sabemos que en Palacio les gusta la retórica como aquello de empeñar el nombre a principios del año 2020 por parte de Andrés Manuel López Obrador, cuando pronosticó que, para diciembre de ese año el sistema de salud sería similar al de Dinamarca, luego sucedió algo parecido cuando regañó a sus funcionarios por el desabasto y se comprometió a que habría medicamentos en todo el territorio nacional y así sucesivamente.

Ahora tomaron a burla lo dicho por el presidente de la medicina tradicional de los sobadores, hueseros, hierberos, curanderos, parteras, entre otras, bueno incluso ha dicho el presidente que él es místico y su creencia por los aluxes.

Nadie debe alegrarse que no se cumplan los objetivos porque se trata del tema de salud para todos los mexicanos, un problema más sin resolver y que será una herencia muy pesada para el que venga, todo queda en el discursillo barato de un populista al que a sus cercanos los atienden en el Hospital Militar y al resto como sea… Pero mejor ahí la dejamos.

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Hasta la próxima.

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