PALABRAS MÁS/ El veneno del racismo

En el apego de un hombre a su vida

Hay algo más fuerte que

todas las miserias del mundo

Albert Camus

ARTURO SUÁREZ RAMÍREZ/ @arturosuarez

Hace unas semanas fuimos testigos del racismo y clasismo del gobierno de Estados Unidos sobre los indocumentados, sobre los latinos y en particular contra los mexicanos. Para la historia quedan las deportaciones mediante las redadas para cazar migrantes, todo desde el discurso supremacista de los republicanos. Luego las protestas de millas en ciudades como Los Ángeles, Chicago, Nueva York, Austin y otras ciudades donde se escuchó el grito de libertad en un país que se jacta de ser garantía de las libertades y construidos, en gran parte, por migrantes.

De este lado de la frontera no andamos muy alejados de vivir en el clasismo y el racismo que hemos normalizado y que desde que llegó la 4T, también es utilizado como herramienta de golpeteo político, de tal forma que se va hacia el otro extremo. Pero nuestro país es un crisol cultural muy grande y tierra de migrantes. Cantamos a los cuatro vientos que somos “la raza de bronce”, orgullosamente mestizos, pero como decía el poeta Octavio Paz en “El laberinto de la soledad” vivimos en la negación constante de ese pasado.

En el racismo y clasismo tenemos una realidad incómoda, pero que está presente en lo cotidiano, quizás no es ese racismo abierto, ni virulento como en otras latitudes, aunque hay episodios que nos deben llevar a la reflexión de un tema que puede escalar y ser más violento y todo por el tono de piel, origen étnico, preferencias sexuales, estratos sociales y más.

Por ejemplo, una mujer en la colonia Condesa de la Ciudad de México, le grita a un oficial de policía: “No me estés insultando, pinche negro, no me estés insultando, culero”, todo porque no quería que la infraccionaran por estar en un lugar prohibido y que por eso le pusieran el inmovilizador. Todo quedó grabado en video, se observa que la réplica oficial: “Hasta racista eres”. Ella furiosa y fuera de sí responde: «A huevo, odio a los negros como tú. Los odio. Los odio por nacos».

Con lo anterior, las redes sociales ardieron, los videos con el penoso episodio se replicaron exponencialmente con comentarios iguales de desafortunados. Luego se puso peor porque alguien dio a conocer la identidad y la nacionalidad de la mujer, ahí comenzó un discurso igual de racista que el utilizado por la protagonista, algunos pidiendo que sea expulsada del país. Y claro que hizo mal, pero igual es dar a conocer datos personales de ella y sus hijos menores que la acompañaban y que también le entraron al show.

Apenas unas horas antes, en las colonias Roma y Condesa, se había llevado a cabo la primera marcha contra la gentrificación en la zona. Lo que se suponía sería un acto de protesta, pasó a los hechos vandálicos contra negocios, algunos embozados y radicales utilizaron de nuevo, discursos de odio contra extranjeros que viven y trabajan en la zona. Pancartas con “gringo go home”, “cállate blanco”, “pinches gringos culeros” fueron los mensajes lanzados para esta marcha y se esperan otras más.

Ahí están los llamados para que la autoridad aplique el Estado de Derecho, no más, que no sea participe ni solape discursos ni actitudes de racismo o clasismo porque son heridas abiertas en nuestra sociedad, tampoco usar el falso nacionalismo que lanzan sin responsabilidad desde púlpitos políticos enardeciendo el resentimiento de unos y otros y luego lavarse las manos… pero mejor ahí la dejamos.

Escríbeme tus comentarios al correo suartu@gmail.com y sígueme en la cuenta de Instagram en @arturosuarez_.

Hasta la próxima.

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