La verdad es indivisible, es decir no puede
reconocerse a sí misma; quien quiera
reconocerla, debe ser mentira.
Franz Kafka
ARTURO SUÁREZ RAMÍREZ (@arturosuarez). Hubo interés periodístico cuando sucedieron los lamentables hechos de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, cuando se incendió la guardería ABC y deliberadamente el Casino Royale, el motín en el penal de Topo Chico en Nuevo León, la caída del colegio Rébsamen y el colapso de la Línea 12 del Metro, en esos hechos que la autoridad siempre quisiera tapar el periodismo ha jugado un papel importante, en varios casos los que hoy gobiernan sacaron raja política de ellos y ahora les disgusta que se pregunte, particularmente al presidente de la República Andrés Manuel López Obrador que se le traba la quijada, pregunta de qué medio eres y lanza aquella frase de que se busca el amarillismo.
Es indignante el trato que el rey del insulto tiene para los reporteros, pero, aunque se deshaga en millón de vituperios contra sus críticos no va a cambiar la realidad de gobierno fallido, no se va a convertir en el mejor presidente de facto, ni recuperará el capital político perdido, ósea 30 millones de mexicanos que avalaron su triunfo en el 2018. Esas actitudes irascibles ya no sorprenden a nadie porque han sido capaces de nombrar a los padres de familia que tienen la desgracia de tener un hijo con cáncer como golpistas como lo hizo el subsecretario de salud Hugo López Gatell en un programa de moneros que están a cargo de los cuadros políticos y que desangran al erario público para un “pasquín inmundo” del que es dueño Jesús Ramírez Cuevas.
Desafortunadamente el tiempo nos ha dado la razón en aquello de que en los tiempos de la 4T todavía no veíamos lo peor, que quede claro que no soy de los que se alegra porque le vaya mal al presidente, pero se necesita tener dos dedos de frente para saber que no vamos bien. Ahí queda la tragedia de los 39 migrantes muertos en Ciudad Juárez y que desató la furia del Pejelagarto que se sacó de la manga una conferencia de prensa con la nerviosa Rosa Icela Rodríguez que mostró su desconocimiento del caso y estuvo acompañada de la fiscal especializada en materia de Derechos Humanos, Sara Irene Herrerías, que no sabía ni nombrar cuáles son los delitos por los que se abrieron las carpetas de investigación.
En tiempo real de la mañanera, López ha dedicado más tiempo para hablar del beisbol y la selección nacional de ese deporte que de los migrantes y como en el caso de la caída de la Línea 12 del Metro en que se protegió a Claudia Sheinbaum y Florencia Serranía, ahora ni Marcelo Ebrard ni Adán Augusto López que repartieron culpas se han presentado para informar y delimitar hasta dónde llega la responsabilidad de cada uno, pero como son presidenciables de eso no se habla y se minimiza desde lo más alto. El PAN en el Senado ha pedido la renuncia del canciller Marcelo Ebrard; del secretario de Gobernación, Adán Augusto López, y del titular del INM, Francisco Garduño, de este último funcionario hasta morenistas piden su renuncia. Tampoco se sabe nada del fiscal de la República Alejandro Gertz Manero, a quien delegaron el asunto de los migrantes y mejor se lo pasó a Sara Irene.
Vaya contradicción de los humanistas, por un lado, no quieren reunirse con familiares de víctimas como las madres buscadoras porque se mancha la investidura presidencial, y por el otro lado el PRESIDENTE va a saludar a la mamá del narcotraficante más “importante” que tuvo este país. Las imágenes del terrible incendio en un centro de detención, porque eso era, le han dado la vuelta al mundo y reporteros internacionales llegan a la franja fronteriza para conocer las historias de maltrato de la que son objeto los migrantes que se quedan varados de este lado de la frontera con Estados Unidos a los que el gobierno de la 4T les hace el trabajo sucio, no es nuevo, así pasó con Felipe Calderón y con Peña Nieto, esa es la altura de López Obrador.
Las dimensiones de la tragedia no se van a poder ocultar, aunque el inquilino de Palacio Nacional de clases de cómo le gusta el periodismo, los inmigrantes que perdieron la vida y los que están hospitalizados estaban bajo la custodia del gobierno de México, por eso la investigación debe ser clara y debe haber castigo a los responsables, aunque le moleste al presidente… pero mejor ahí la dejamos.
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Hasta la próxima.