«Pero es peligroso caminar por donde todos caminan,
sobre todo, llevando este peso que yo llevo.»
Juan Rulfo
ARTURO SUÁREZ RAMÍREZ/ @arturosuarez
Hay un personaje qué se ha ganado a pulso el desprecio por parte de un gran sector de la población mexicana, lo consiguió a pulso y nadie le regaló nada, se trata del impresentable de Hugo López-Gatell el protegido de López Obrador, que no tiene freno en su soberbia y actitud perdonavidas.
Cuando el presidente dice que el pueblo está muy despierto y que ya no se le puede engañar tiene toda la razón. Así cuando algún ciudadano tiene la desgracia de llegar a un hospital público, puede dar cuenta del servicio, de las condiciones en las que trabaja el personal y la falta de medicamentos, si ocurre en las grandes ciudades podemos imaginar lo que sucede en lugares apartados y que simplemente no se reportan. Pero los responsables del desastre qué vivimos tienen nombre y apellido.
Así cuando nos tocan las fibras más sensibles como es la salud y no hay una cama disponible para un enfermo se entiende y reflexiona sobre las carencias en el sector. Lo mismo cuando uno tiene que pagar por estudios de laboratorio porque los aparatos no funcionan en los hospitales o tienen sobre carga. O qué tal cuando las citas para los especialistas tienen larga lista de meses y se mueren los pacientes en la espera. No habrá programas sociales qué alcancen para solventar los gastos de una enfermedad entonces, solo entonces los defensores de la 4T entienden que no seremos Dinamarca.
En ese contexto Hugo López-Gatell afirma que no existe tal desabasto, ya sabemos el cuento aprendido de su patrón, todo se trata de un complot por parte de los neoliberales para desestabilizar al gobierno “exitoso” de la 4T, ahora acusa a los mismos trabajadores de ser quienes esconden los fármacos para crear la idea de desabasto, evade la responsabilidad y este subsecretario se la pasa haciendo política para que aparezca en la lista de senadores y con ello tener fuero por lo menos 6 años.
Ese funcionario fue al qué le falló la estrategia centinela durante la pandemia, dijo que 60 mil muertos sería una catástrofe y los muertos oficiales llegaron a 334 mil 336, aunque en los conteos internacionales se dice que México puso un millón de muertos. Mientras la OMS invitaba a cerrar las fronteras, a no salir y resguardarse en casa, a usar el cubrebocas, los mensajes fueron en sentido contrario, engañó al presidente porque Gatell tenía la autoridad del conocimiento, pero ganó la novedad y la ignorancia.
De nueva cuenta se vuelve a referir a los niños con cáncer y los reclamos, siempre legítimos, de los padres qué exigen medicamentos, pero claro, con el permiso qué da la prepotencia y la imbecilidad por la protección de Palacio Nacional descalificó esas acciones junto con los moneros del régimen llamándolos golpistas. Pero la evidencia se impone, en su momento prohibió las pruebas para la detección del Covid-19, señaló que la fuerza del presidente era moral y no de contagio, retiró las NOM, permitió que se repartiera la Ivermectina durante la pandemia en la Ciudad de México y ahora dice que hay más gente sin acceso a la salud por culpa del INEGI y del CONEVAL
Ya lo han increpado y le gritan asesino, así le pasó a Felipe Calderón, a Vicente Fox y a Peña Nieto qué seguramente se saben repudiados por varios sectores y lo mismo les va a suceder porque el poder no es para siempre… pero mejor ahí la dejamos.
Entre Palabras
En una pregunta lanzada a Claudia Sheinbaum sobre la Línea 9 del Metro, está solo atina a decir “Que conteste el director del Metro, yo ya no soy jefa de Gobierno”, ahora se entiende la respuesta de Florencia Serranía sobre la desgracia de la Línea 12, “yo solo soy la directora”.
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Hasta la próxima.