Puede que sea inevitable. Puede que en realidad
tengamos que elegir entre no ser
nada o fingir lo que somos.
Jean Paul Sartre
ARTURO SUÁREZ RAMÍREZ/ @arturosuarez
Los números no mienten y la oposición ganó alrededor de 18 millones de votos contra los 35 millones que obtuvo la coalición de Morena y aliados, eso es una gran derrota para el PRI, el PAN y el PRD, no tiene justificación y se debe llamar FRACASO.
Cuando perdieron en el 2018 y López Obrador los calificó como derrotados moralmente parece que los sacó de circulación, las siglas de sus partidos se convirtieron en un lastre, en sinónimo de corrupción y fue con las malas decisiones del Pejelagarto que la sociedad comenzó el agrupamiento, a reclamar, ahí queda el papel de los activistas, los periodistas, los científicos e intelectuales y una larga lista que fueron una oposición al régimen, pero no los partidos.
Fue hasta que se acercaba la elección intermedia que reaccionaron a medias, de nuevo perdieron estados importantes, pero lograron arrebatar la mayoría en el Congreso, con ello consiguieron retrasar las iniciativas de López. Morena en este momento cuenta con 200 diputados y 60 senadores, pero con lo ocurrido en la elección del pasado domingo alcanzó 251 curules y 60 escaños.
El año pasado perdieron el último bastión priista, los Morenos se quedaron con el Estado de México y ante la derrota los dirigentes solo se dedicaron a mentir con los números, a construir una narrativa de éxito que nadie con dos dedos de frente les creyó, Marko Cortés, Alejandro Moreno y Jesús Zambrano contestaban lo mismo y se aferraron al poder.
Que consté que las manifestaciones en defensa al INE, a la SCJN y la Marea Rosa se abanderaron en la ciudadanía harta de la 4T. Pero ellos no pierden, se repartieron las primeras posiciones para sus cúpulas, ellos serán congresistas y colocaron a sus cercanos. No se debe olvidar a Marko Cortés en noviembre del 2021, previo a las elecciones de 2022 que se escucha en un audio la repartición de los cargos y hasta de notarías.
Con todo y que creció en la intención del voto, Xóchitl Gálvez que no estaba cómoda con esos audios, hay memoria de los 12 años de panismo y 6 de priismo en este siglo. La derrota de Xóchitl no se fraguó el domingo, se hizo desde hace meses y ellos lo sabían.
No hay duda de que el sistema político de partidos se está agotando y el éxito que es Morena es una calca del PRI de los 80 del siglo pasado. Si hubiera vergüenza ante el fracaso las renuncias de Marko Cortés y Alejandro Moreno deberían ser en cuestión de días, mientras en el PRD ya hay esquelas.
De esos 18 millones de votos no todos son por simpatía, ni se sentían representados, es que no había de otra para mostrar la inconformidad con los de la 4T, fracasó la alianza ni modo…
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Hasta la próxima.