Una prensa libre puede ser buena o mala,
pero sin libertad la prensa
nunca será otra cosa que mala
Albert Camus
ARTURO SUÁREZ RAMÍREZ/ @arturosuarez
Faltan unas horas para el proceso electoral en Estados Unidos en el que 250 millones elegirán a mandatario número 47. Será Kamala Harris o Donald Trump, lo sabremos la noche de este martes. Pero sea cual sea el resultado, habrá complicaciones para el gobierno de Claudia Sheinbaum y la relación con el vecino del norte, la inseguridad, la revisión del T-MEC, la reforma judicial serán temas álgidos en el entorno de enfriar al embajador Ken Salazar.
La relación entre Trump y López fue tensa desde su campaña presidencial en 2016 y ahora repite la dosis. El tabasqueño lo llamó amigo y le pagó con su desprecio lo mismo que a Marcelo Ebrard, con todo y que le cumplieron sus peticiones para firmar el T-MEC.
Así el republicano enfocó sus baterías en la frontera con muestro país, especialmente en la incautación de fentanilo, un problema creciente en la región que raya en una crisis por la relocalización de la producción de esa droga de China a México y que ha convertido al país en un gran productor.
Durante su presidencia, Trump implementó políticas que afectaron la relación binacional sobre todo en la última parte de su administración, especialmente en el sector automotriz y la política migratoria, más la necedad de la construcción de un muro fronterizo, eso generó incertidumbre y riesgo en la agenda económica de ambos lados de la frontera. No por nada la The Economist pone a la cabeza en el mapa de riesgos en su eventual regreso a Washington.
Kamala Harris, la vicepresidenta de Estados Unidos, ha generado un gran interés en México debido a su posible impacto en la relación bilateral entre los dos, se puede inferir que su liderazgo podría ser beneficioso para la cooperación y el entendimiento entre ambas naciones. No se debe olvidar que en los últimos dos años el gobierno de Joe Biden fue tolerante con López y sus declaraciones. Para los que creen que si gana la demócrata todo será tranquilidad estamos muy lejos de ese escenario.
La vicepresidente de EU, ha demostrado ser una defensora de la justicia social y la igualdad, lo que podría influir positivamente en la relación con el gobierno de Claudia Sheinbaum, pero también hay signos de que no les gusta lo que sucede en materia de la reforma al Poder Judicial.
En materia de comercio internacional, hay objetivos similares para Donald Trump y Kamala Harris, lo que cambia son las formas. Se trata de buscar las mejores condiciones para sus capitales y gane quien gane, el T-MEC se va a revisar. Por cierto, Kamala Harris votó en contra del Tratado. En el caso de la migración los demócratas también pretenden endurecer las políticas y la vigilancia en la línea por aquello del tráfico de drogas.
La vicepresidenta Kamala Harris y el republicano Donald Trump siguen empatados en estados claves a días de las elecciones presidenciales estadounidenses, según una encuesta del New York Times/Siena, Harris obtuvo el 48 por ciento de apoyo entre los votantes probables en Carolina del Norte, frente al 46 por ciento de Trump. También lidera en Georgia con un 48 por ciento frente a un 47 por ciento y en Wisconsin con un 49 frente a un 47 por ciento.
Trump lleva ventaja en Arizona, con el 49 por ciento de los posibles votantes que respaldan al republicano frente al 45 por ciento de Harris. Los candidatos están empatados con el 48 por ciento en Pensilvania, donde ambos han hecho campaña vigorosamente en las últimas semanas, y con el 47 por ciento en Michigan.
En poco tiempo se despejará la incógnita de quién será el nuevo inquilino de la Casa Blanca. Veremos cuanta pericia tiene Juan Ramón de la Fuente, Marcelo Ebrard y sobre todo Claudia Sheinbaum, veremos si el discurso y el fantasma del Pejelagarto se sigue paseando por Palacio Nacional. ¿Kamala Harris o Donald Trump?
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Hasta la próxima.