Las revoluciones son las encarnaciones modernas.
del mito del regreso a la edad de oro.
Octavio Paz
ARTURO SUÁREZ RAMÍREZ/ @arturosuarez
Hay que echar la vista atrás para entender dónde estamos parados, saber que poco o nada nos movimos con el sexenio de Andrés Manuel López Obrador y que las facturas de sus malas decisiones se pasan todos los días y las pagamos los mexicanos.
Ese es el caso del sector Salud qué sigue haciendo agua. En descargo del Pejelagarto habrá que decir que hay deficiencias que se vienen arrastrando desde el viejo PRI, pero López y sus encargados de la salud no pudieron con el tema, por el contrario, el fenómeno de la pandemia los desnudó.
En un inicio se dijo que unos cuantos empresarios corruptos acaparaban los contratos para surtir los medicamentos tanto al IMSS como al ISSSTE, nadie podía oponerse a la idea de limpiar esas instituciones de corrupción pies sería para mejorar, pero nada bueno sucedió. Ninguno de esos señalados pisó la cárcel y se detonó un terrible desabasto.
Aquella gran ocurrencia de una farmacia gigante con medicamentos y materiales quirúrgicos de todo tipo fue una mera vacilada, no sirvió para nada. López terminó su sexenio sin que su palabra tuviera valor, la empeñó y dijo que el sistema de salud sería como el de Dinamarca, una más de las mentiras.
Esta semana he tenido contacto con varias historias que lastimosamente son de lo cotidiano. La primera trata de una cirugía en la que el paciente tuvo que comprar todos los materiales para que se la realizaran, afortunadamente todo salió bien. Sobre un tema parecido le preguntaron a Claudia Sheinbaum y ella contestó que no es la constante, pero también dijo que en esos casos no hay reembolso para el derechohabiente aun cuando el sistema de salud les ha fallado.
El otro caso, una mujer de la tercera edad que llegó al ISSSTE de urgencia y las largas filas para ingresarla, la espera para hacer estudios complica la situación todos los días para los pacientes. Me dice su familiar que es un problema de hace años, que el sistema está sobre pasado en un Instituto que tenía mayor eficiencia porque fue concebido para los trabajadores del Estado.
Otro caso, una mujer en que ocupa de manera urgente marcapasos y no hay en el IMSS Mexicali y por ello la canalizarán quizás a Tijuana. Pero el asunto no queda ahí, ya le informe que le tocaría en 4 meses a pesar de que el médico dejó constancia por escrito que es ¡urgente!
Otro, un pequeño que necesita trasplante de hígado y no hay manera en Baja California, me dice su familiar que en aquella entidad solo hacen de córnea y riñón y eso a cuentagotas. Si se busca un trasplante en lo privado se necesita entre 3 y 4 millones de pesos. Ya se imaginará estimado lector, la impotencia, el enojo y la orfandad de tener a un familiar enfermo.
Es urgente que se tomen cartas en el asunto, el tiradero que dejó la administración anterior es enorme y cuesta la vida de los mexicanos… pero mejor ahí la dejamos.
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Hasta la próxima.