El hombre se complace en enumerar
sus pesares, pero no enumera sus alegrías
Fyodor Dostoyevsky
ARTURO SUÁREZ RAMÍREZ/ @arturosuarez
La Ciudad de México luce sepultada bajo toneladas de volantes y posters con la cara de Omar García Harfuch y de Clara Brugada que buscan la ansiada candidatura a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, que se ha convertido en un trampolín presidencial desde 1997 en que el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas la ganó y desde ahí se impulsó para su candidatura presidencial, lo mismo que López Obrador, en el caso de Marcelo y Ebrard simplemente no los dejaron pasar pero estuvieron entre los nominados, por ello la capital del país es fundamental.
Clara Brugada ya se sentía con la candidatura en la mano y también sus cercanos que hacían planes para repartirse los espacios, hasta diputados en el Congreso de la Ciudad de México hacían maletas para irse como candidatos a las alcaldías, pero la cosa cambió de manera radical con la unción de Claudia Sheinbaum como presidenciable y el respaldo de Palacio Nacional para que sea ella quien elija y les ponga palomita a los candidatos como en el caso de Omar García Harfuch, un policía que no cuenta con trayectoria política, bajo sospecha de ser partícipe de la verdad histórica sobre los 43 normalistas, haber sido formado en los mejores tiempos de Genaro García Luna.
No hay un verdadero convencimiento hacia las bases de Morena que Harfuch sea el mejor perfil para la candidatura citadina, los más radicales entienden que es más mediático pero con todo y eso existe el riesgo de perder la Ciudad de México, ya les pasó en las intermedias donde la oposición les ganó nueve de 16 alcaldías, a eso habrá que sumar el pleito que tuvo López Obrador con las clases medias y que llamó “clase media manipulada”, en esos sectores el partido del presidente no es querido, y aunque por diferentes motivos se han realizado marchas como la de apoyo al Poder Judicial, ahí está el desprecio a Morena.
Pero la indicación es clara, se debe apoyar con todo al policía para que sea el candidato, así lo quiere Claudia Sheinbaum y no hay de otra, comienzan a alinearse ante sus sesiones que están respaldadas por el mismo López Obrador. Trabajadores del metro y sindicalizados ya hacen trabajo de propaganda, lo mismo que en las alcaldías que gobiernan se les obliga a ir a los actos a echar porras, brigadas van y vienen afuera de las estaciones del metro repartiendo propaganda, pegando póster, despintando bardas de otros para escribir el nombre del aspirante.
Mientras que Clara Brugada se va quedando sola, a pesar de su cercanía con Claudia Sheinbaum no recibe el mismo trato, la gente de su equipo sabe que la suerte está echada y llegarán al final solo para justificar el proceso, pero no están contentos. Está claro que Brugada va acatar los resultados porque no es como Marcelo Ebrard y me dicen de buena fuente que ya hay ofrecimientos para que le levante la mano a Omar García Harfuch.
Que conste que aquí se lo dije, la posibilidad de que Claudia Sheinbaum gane la presidencia y se lleve a trabajar al área de seguridad a García Harfuch. A su vez, Omar García ganaría la ciudad y al responder al llamado de Claudia dejaría vacante la Jefatura de Gobierno y con mayoría en el Congreso local se nombraría a Clara Brugada, algo así como la licencia que pidió la “científica”.
Todavía le queda cuerda al proceso interno y a veces perdiendo se gana por eso Clara ya dobló las manos, y para Harfuch todavía tiene mucho que aclarar cómo las acusaciones del diputado morenista, Manuel Vázquez Arellano, sobreviviente de Ayotzinapa que afirmó que García Harfuch fue parte del grupo que gestionó el caso de la desaparición de los normalistas, “Que no diga que no estuvo” … pero mejor ahí la dejamos.
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Hasta la próxima.