Simplemente, no sobrestimar lo que he escrito;
de otro modo se me volvería inalcanzable
lo que aún espero escribir.
Franz Kafka
ARTURO SUÁREZ RAMÍREZ/ @arturosuarez
Nadie se sorprende de la intolerancia por parte de los gobernantes, así se los enseñó su maestro Andrés Manuel López Obrador. Por un lado, se dicen garante de las libertades y por otro tiran la patada para aquellos que se atreven a no estar de acuerdo, que decir para aquellos que desde el periodismo se denuncia y se vigila al poder, para ellos hay que soltar las rabiosas jaurías de bots o escudados en el anonimato siguen con la inyección de veneno, así se nos fue un sexenio.
Aquí hemos hablado de la estrategia de propaganda y los agoreros siempre dispuestos para defender al líder que era el Pejelagarto y hoy lo quieren replicar con Sheinbaum, quien por cierto sus primeras palabras fueron para la libertad de expresión. Y no se trata de solapar mentiras sino del respeto a las libertades consagradas en la Constitución, no perseguir y no acosar por hacer periodismo.
Aunque claro ahí está el productor de narcoseries Epigmenio Ibarra que le dice a la reportera de “Por la Mañana” que le hace falta mayor dosis de gas lacrimógeno, esos son los “humanistas” que creen que le hacen un favor al régimen. Pero de la línea 12 del Metro o de las masacres actuales guardan silencio, quizás por aquello del préstamo no pagado y no cobrado.
Que tal el gobernador de Veracruz, el simpático Cuitláhuac García que dio muestra de frivolidad e ignorancia sobre la muerte violenta del cineasta Víctor Muro, al político que dicho sea de paso es una copia burda del tabasqueño, en lugar de ser sensible se la pasó aclarando que no era cineasta sino iluminador, claro con su tono altanero y majadero, mientras su estado sigue en la violencia.
Otro es Rubén Rocha Moya quien abiertamente ha ido contra periodistas. Ha dicho que a pesar de sus logros los medios se esfuerzan por publicar solo lo negativo. Ahora va contra los comunicadores Azucena Uresti y Luis Chaparro a quien responsabiliza de cualquier riesgo que a él o a su familia pudieran enfrentar tras las recientes publicaciones relacionadas con la detención de Joaquín Guzmán López y el secuestro de Ismael «El Mayo» Zambada, pero hasta ahora no queda claro donde se encontraba el gobernador.
El periodista Luis Chaparro aseguró que no hay registro que Rocha se encontrará el 25 de julio en Estados Unidos como lo ha afirmado reiteradamente el gobernador y que incluso ha solicitado audiencia con el mandatario, pero se la han negado.
Esta no es la primera vez que el gobernador sinaloense arremete contra los colegas periodistas pues incluso a nuestra compañera Judith Sánchez Reyes la tachó de mentirosa, así como a nuestro medio pues fue ella quien en una mañanera de AMLO indicó de una supuesta adjudicación de obra pública a los hijos del gobernador de Sinaloa Rubén Rocha Moya, situación que la reportera comparó con el cártel panista inmobiliario.
La primera responsabilidad de ser claro es la del gobernador, la de pacificar al estado es del gobierno Federal y compartida con el estatal. Pero que no se olvide que la detención o secuestro fue algo planeado por las agencias de Estados Unidos y que no dieron parte al gobierno de López. Seguramente habrá noticias en las declaraciones de los capos y quedará claro el actuar de Rocha Moya y que cada quien asuma su responsabilidad.
Mientras tanto, solidaridad con los compañeros reporteros.
Feria de porristas
La feria del libro del zócalo de la Ciudad de México se ha convertido en una pasarela de porristas, libros dedicados a la 4T y su profeta, el de frases y como gobernar. Mientras sus “intelectuales” y funcionarios los comentan, se toman fotos con el respetable de un solo lado. ¿A cuántos veremos en la feria del libro de Guadalajara sin porristas?
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Hasta la próxima.