El principal objetivo del lenguaje
es comunicarse para compartir con los
demás los resultados que se han logrado.
Jean Paul Sartre
ARTURO SUÁREZ RAMÍREZ/ @arturosuarez
Aquí se lo he dicho, no se ve, pero como se siente la presencia de López Obrador en el actuar del actual gobierno y para que no quede duda ahí está lo que sucedió en el Senado de la República en la reelección de Rosario Piedra Ibarra como titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, fue una imposición más allá de Claudia Sheinbaum que no quiso referirse de manera profunda al tema y se limitó a declarar “fue una decisión del Senado y hasta ahí”, claro que se le notaba el enfado.
Todos los días hay referencia al gobierno del Pejelagarto, como si fuera parte de la retórica y no quisieran dejar morir las mañaneras a su estilo de bravuconería, pero la presidenta no tiene ese carisma, ni ese aguante, mucho menos esconde los enojos porque ella es más intolerante y radical. Como ejemplo está la petición de diálogo de Jorge Romero y de inmediato lo mandó a la lona recordándole que es el líder del “cartel inmobiliario”.
Pero no solo ha sido ese desplante, ya lo tuvo con Ken Salazar, el que se decía amigo de López Obrador y acudía con frecuencia al Palacio para almorzar con el tabasqueño, había una gran interlocución directa con derecho de picaporte. Pero a Claudia le molestó que criticara la reforma al Poder Judicial y la elección por voto directo de jueces, ministros y magistrados, por eso lo mandó a la congeladora. Aunque el pleito con Salazar viene desde el secuestro de Ismael el “Mayo” Zambada que operaron agencias de Estados Unidos y hasta la fecha no les queda claro que fue lo que pasó, por qué no les avisaron, o por qué se terminó la supuesta confianza y cercanía con el embajador, que dicho sea de paso se le veía muy contento y cercano a la 4T.
Con el triunfo de Donald Trump las cosas ya cambiaron, y tal parece que no van a esperar hasta el 20 de enero para que se sienta la mano del republicano en diferentes frentes como la relación entre ambas naciones. Ya sabemos que los embajadores de EU en nuestro país son instrumentos y a pesar de haber tenido manga ancha, tenía permiso de Washington para manejarse así, pero de manera “sorpresiva” Ken Salazar, se le aventó fuerte a López Obrador e intrínsecamente al gobierno de Sheinbaum Pardo porque sigue la misma línea.
En una conferencia de prensa, el norteamericano lanzó un dardo al criticar las decisiones tomadas por AMLO durante su gestión en materia de seguridad y señaló que su estrategia de “abrazos no balazos” simplemente no funcionó. Luego un segundo dardo al asegurar que “el presidente anterior no quiso recibir el apoyo de los Estados Unidos. Cerró la puerta a inversiones de arriba de 32 millones de dólares porque no quería que esa inversión llegara a México para ayudar con la seguridad del pueblo mexicano”. Se ve la línea que viene de la oficina Trump que buscará la renegociación, más que una revisión del T-MEC.
Las alertas se deben encender, no solo es Trump, también Doug Ford, jefe de Gobierno de Ontario, la mayor provincia de Canadá, acusó a México de ser “la puerta trasera” de productos chinos y sugirió expulsarlo del tratado.
Se espera que sean los últimos meses de Ken Salazar en la embajada y por eso el comportamiento, que tampoco se puede decir extraño porque ya había pasado con Christopher Landau, quien también criticó la actitud pasiva de López frente al crimen organizado y los cárteles, a quienes los “deja hacer”. Así que no serán las últimas declaraciones que exhiban a la 4T y su segundo piso.
Me dicen que en Palacio Nacional no cayó nada bien las declaraciones, que por cierto se dan en el marco del primer viaje internacional que realizará Claudia Sheinbaum que va al G20, con un país sumido en la violencia y en tensión con el vecino del norte… Pero mejor ahí la dejamos.
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Hasta la próxima.