Una vez que la libertad ha iluminado
el corazón del hombre, los dioses
no tienen poder sobre él.
Jean Paul Sartre
ARTURO SUÁREZ RAMÍREZ/ @arturosuarez
Nadie puede negar lo majestuoso que es el Centro de la Ciudad de México. Basta con dar unos pasos por sus calles para comprender por qué este lugar es considerado uno de los tesoros culturales más importantes del país y del continente entero. Cada edificio, cada plaza, cada rincón del primer cuadro de la capital cuenta una historia y transmite una emoción que solo puede experimentarse ahí, en el corazón mismo de la nación.
Hace unos días platicando con unos turistas madrileños comentaban lo impresionante que es moverse por el Centro Histórico, pero no dejaron de sorprenderse con tanto y tanto puesto ambulante donde se vende mercancía de todo tipo, y eso le “roba” parte del atractivo, lo vuelve inseguro y los visitantes pierden interés.
Con la llegada de Clara Brugada a la Jefatura de Gobierno, se vio un aumento significativo en el ambulantaje, aunque intenta enmascarar el problema con rondines e impidiendo la venta de comerciantes en las plazas más turísticas, el gobierno va perdiendo la batalla, es víctima de su política de supuesta tolerancia, pero en realidad no es fácil enfrentar a esas organizaciones.
Tan solo en la calle de corregidora, a un costado de Palacio Nacional es un mercado informal, se vende de todo, lo mismo en el corredor entre la Alameda y Palacio de Bellas Artes por el que cada vez es más difícil caminar, van ganando terreno y dicho por los comerciantes se trata de darles un moche, un dinero para que todos se hagan de la vista gorda.
Cómo le decía, ahí se vende de todo, productos de piratería provenientes principalmente de China, así lo ha denunciado la Cámara Nacional de Comercio de la Ciudad de México. Advierten que las pérdidas son millonarias y siguen creciendo, los chinos se mueven como mafia y se han apropiado de locales e inmuebles que convierten en bodegas y que no cumplen con ninguna norma.
En una reunión con periodistas, Vicente Gutiérrez Camposeco abordo el tema de los productos chinos, dice que la corrupción en las aduanas continúa porque por ahí entran las mercancías. Según un estudio de la OCDE, México ocupa el lugar 38 de 38 países en corrupción aduanera.
El funcionario de la CANACO advirtió de una nueva forma de operar, se trata de los mismos productos, pero con etiquetado mexicano para darle la vuelta a la autoridad, lo que resulta una ilegalidad y es desleal para empresarios que todos los días hacen su trabajo y cumplen con todos los requisitos para operar. También propuso el endurecimiento de aranceles de hasta el 100% para esos productos como lo hacen en la UE.
El tema es complicado y de alcances internacionales, al cerrar la frontera de EU a esos productos y la imposición de mayores aranceles y que los productores chinos no van a dejar de producir, sino solo buscarán nuevos mercados como Latinoamérica, particularmente nuestro país, son factores que aumentan la invasión de esos productos y como dicen, hay que evitar a toda costa que el mercado mexicano no se convertirá en el basurero de productos chinos.
Ahí queda el llamado de atención y las acciones del gobierno local y federal que resultan insuficientes para frenar el contrabando de productos de baja calidad y que pueden resultar peligrosos, todo en un contexto de ambulantaje, que no se trata de satanizar esa actividad, porque ellos han sido utilizados políticamente por líderes que despachan en grandes oficinas gubernamentales.
Vaya combinación de la grandeza del Centro Histórico y la invasión de productos basura, la advertencia está hecha y el consumidor debe ser consciente… pero mejor ahí la dejamos.
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Hasta la próxima.