SARA LOVERA*
SemMéxico, Ciudad de México. El año que está por comenzar se conmemorará el 30 aniversario de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, el programa más amplio y visionario para lograr la igualdad entre hombres y mueres. Sin embargo, los avances han sido desiguales y en lo que se llama empoderamiento económico, la base sustantiva del progreso, las cuentas nos dejaron atrás.
Ideológicamente, los propósitos de Beijing, para conseguir que las mujeres sean libres y autónomas, es todavía una quimera. En 2025, con la primera mujer al frente de la nación mexicana, no podemos hablar más de que de avances en la representación política, acercándonos a la paridad, pero todavía 30 millones de mexicanas carecen de servicios médicos y siguen en disputa los derechos sexuales y reproductivos.
La norma ha dado el derecho al aborto, hasta en la mitad del territorio nacional, un derecho que no puede ejercerse plenamente y todavía el humor social rechaza con hostigamiento y discriminación a las mujeres y a la diversidad.
Beijing planteó en 1995 que debíamos consolidar décadas de lucha de las mujeres, sin embargo y no obstante el andamiaje normativo para la igualdad entre hombres y mujeres, no hemos logrado reducir ni las violencias, ni la discriminación.
En 2024 pudimos constar que avanzamos en la representación política de las mujeres, pero 11 de las 13 gobernadoras en funciones, como lo documentamos, no incorporaron a sus planes de desarrollo la política de género, Ni siquiera publicaron los planes de igualdad.
Este diciembre el primer presupuesto de la primera mujer presidenta de la República, hizo recortes en salud y mantuvo la orientación del sexenio pasado de inflar el anexo 13 del PEF – para la igualdad- desviando los recursos.
Durante 3 décadas, esa plataforma que firmó México, los gobiernos de 189 países acordaron 12 áreas de principal preocupación, lLa mujer y la pobreza; la mujer y la educación; la mujer y la salud; la violencia contra la mujer; la mujer y los conflictos armados; la mujer y la economía; la mujer y el medio ambiente; la mujer en el ejercicio del poder y la adopción de decisiones; la niña; los derechos humanos de la mujer; desarrollo de secretarías o institutos de las mujeres y medios de comunicación.
El balance al menos indica que estamos a 134 años de cerrar las brechas como señala el Foro Económico Mundial, y a pesar de que no podemos obviar que este 2024 será recordado como el año en que, por vez primera, llegó una mujer a la presidencia de la República, este un país sigue siendo profundamente machista, donde el feminicidio campea; no ha resultado la política de prevención para frenar las violencias feminicidas y mantenemos índices muy altos de marginación y pobreza. Millones de mujeres siguen sin servicios médicos y la muerte materna sigue con cifras preocupantes.
De modo que ¿cuáles serán las cuentas a rendir en 2025? Un año en que se preparan decenas de actividades para analizar lo que ha sucedido en 30 años.
¿Qué planteaba la plataforma? La decisión política de dar impulso a la realización plena de los derechos humanos de las todas las mujeres, para no dejar a nadie atrás. Eso planteó en México la construcción de un andamiaje jurídico, amplio y completo, que no se refleja en la realidad.
Nos enfrentamos, además, a un populismo, no exclusivo de México, que utiliza a las mujeres para sus fines políticos, pero no para los derechos específicos de más de la mitad de la población.
Nuestro país logró únicamente, el avance en la representación política. Somos vanguardia, la paridad total aprobada constitucionalmente en 2019, como país somos un referente internacional, sin embargo la llegada de muchas mujeres al poder, no significa hoy que estas mujeres estén luchando realmente por todas las demás. Veremos.
*Periodista, Editora de Género en la OEM y directora del portal informativo http://www//semmexico.mx