Ciudad de México, 14 de febrero (entresemana.mx). El diputado federal Santiago Creel Miranda, vicepresidente de la Mesa Directiva de la Cámara Baja, recordó que, el año pasado, fueron asesinados siete periodistas, lo que convirtió a México, por TERCER AÑO CONSECUTIVO, en el país más peligroso para la prensa, incluso sobre Afganistán.
Solo en las primeras seis semanas de este año, refirió, han sido asesinados 5 periodistas. Y sí, hay violencia periodística cometida por el crimen organizado, pero también de aquellos que han promovido el odio y la división entre el pueblo de México.
Creel Miranda dijo que El enojo con los periodistas críticos es porque han alzado la voz contra la corrupción y los malos resultados de este gobierno.
Y acusó que el Presidente López Obrador ha tomado una decisión que puede costarle su legado como luchador social.
Y es que, puntualizó, atentar contra el derecho de la libertad de expresión, no solamente es grave, es un delito y tiene consecuencias. Viola en primer lugar, su juramento de guardar y hacer guardar la Constitución. Viola el artículo 6 de la Constitución que garantiza la libertad de expresión. Viola el artículo 16 constitucional que otorga el derecho a la intimidad y protección de datos personales. Viola tratados internaciones sobre derechos humanos, civiles y políticos.
En mensaje en redes sociales, el ex secretario de Gobernación recordó que divulgar información privada sin el consentimiento de una persona, como lo hizo el Presidente López Obrador en el caso de Carlos Loret, es un abuso de funciones.
Incluso, advirtió, el Presidente puede tener responsabilidades penales y ser denunciado ante la Fiscalía General de la República por revelar esa información. Además constituye faltas a múltiples leyes y códigos vigentes.
Aunque la información no sea veraz, el Presidente habría causado un daño moral y procedería un juicio de orden civil. El caso de Carlos Loret no es aislado.
Antes de él, fue Carmen Aristegui, y antes de ella, fueron muchas y muchos más, que publican verdades incómodas para el actual régimen.
“Esta es mi aportación personal ante este gravísimo problema: Somos muchos los abogados que podemos, sin más interés que la defensa de la libertad de expresión y la de la democracia en nuestro país, ayudar a cualquier periodista o comunicador que haya sido acusado, difamado o perseguido por el poder público. No están solos.
“Quiero ser parte de este esfuerzo y pongo mi experiencia y conocimientos a disposición de quien lo necesite. Estoy seguro que a este esfuerzo se unirán, igualmente de manera desinteresada, muchas y muchos colegas, que están dispuestos a defender esta causa. Pasemos de los dichos a los hechos, de la palabra a la acción: yo estoy listo. Soy Santiago Creel. Si sentimos y pensamos igual, luchemos juntos por un mejor futuro”, expuso.