SOLEDAD JARQUÍN EDGAR (SemMéxico, Oaxaca). En Oaxaca persiste la resistencia a designar mujeres como precandidatas al gobierno del Estado, cuya elección será el 5 de junio próximo. No es para menos. Ahora resulta que se vuelven una amenaza para el sistema que además de patriarcal ha impuesto una narcodemocracia.
El pasado viernes la cúpula priista, de la mano del gobernador Alejandro Murat, quien dejó sus “ocupaciones” como mandatario para acudir a la sede nacional de su partido y atender la designación del precandidato.
A la capital del país viajaron todos, con boleto pagado por ellos y ellas mismas (ajá). Entre quienes se encontraban la diputada federal Eurfrosina Cruz Mendoza y la ex funcionaria oaxaqueña Mariana Nazar Piñeiro, así como media docena de señores (entre ellos el ex presidente municipal Javier Villacaña; el ex secretario de Administración, German Espinoza; el ex director del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca, Francisco Ángel Villarreal; Eviel Pérez Magaña, candidato priista derrotado en 2010 y que hacía su luchita de nueva cuenta, y el ex secretario de Seguridad Pública de Oaxaca, Heliodoro Díaz Escárraga, entre otros, que se quedaron con un palmo en la nariz).
A todos los dijeron: Muchas gracias por participar, será para la próxima. Y sucedió un clásico priista: un dedazo. Como en los viejos tiempos del rancio partido tricolor, abrieron el hipódromo para ver llegar en caballo de hacienda al diputado local Alejandro Avilés Álvarez: el destapado.
Todos sonrieron para la foto que hizo pública el PRI Nacional en redes sociales. Se les veía felices, como una hermandad todos y todas destilaban afecto y le dieron sus mejores palabras al precandidato Avilés Álvarez que no cabía del puro gusto y ofrecieron apoyo para hacer lo necesario y así evitar la anunciada, por cálculos morenistas, segunda derrota priista en los últimos cien años, en los que han gobernado 27 señores. Solo uno, repito, no llegó con las siglas del PRI.
Y mientras la alegría reinaba en la fiesta de la sede nacional del PRI, al unísono se escuchó el mismo grito, por aquí y allá: ¡noooo!
Hay varias teorías que se escuchan muy fuerte de tantos murmullos que van y vienen: una que la decisión fue del actual gobernador Alejandro Murat Hinojosa, quien busca con un priista de cepa hacer lo imposible para vencer en las elecciones de junio. En caso de que Avilés, su tocayo, perdiera las elecciones esa jugada lo exculparía de ser el responsable de la derrota. ¡No fui yo, fue él! Diría frente a su creador cuando éste lo llamara a cuentas (sí, no me refiero al creador, sino al papá del gobernadorcito) Y la otra, es que tanto Avilés como Salomón Jara, el hasta hoy posible candidato de Morena, son verdaderos pesos pesados en las líes de la política.
Los calificativos abundan para Avilés, envuelto en mitos y verdades, lo señalan como un negociador y capaz, dicen, de pactar con el mismísimo demonio (ya saben quiénes son los demonios), si fuera necesario. Igual que lo hace Salomón Jara, virtual precandidato de Morena, a menos que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ordene lo contrario y lo echen de la fiesta electoral, dándole la razón Susana Harp Iturribarría. O si Susana ya no quiere, dadas las circunstancias, que se prepare una tercera o un tercero en discordia, ya vinos que ¡sí se puede!
En ambos posibles candidatos del PRI y Morena resuenan por aquí y allá sus vínculos no claros con grupos de toda clase, incluyendo los non gratos y algunos de muy pero muy mala fama, así como su tolerancia desmedida hacia siniestros personajes confabulados con otros funcionarios y ex fiscales. Son los mismos personajes, que como ha trascendido, no quieren a la senadora Harp Iturribarría. Una novedad que no es novedad porque en Oaxaca sabemos todos, pero casi nadie lo dice, no hay democracia, lo que existe y prevalece es una narcodemocracia, impuesta hace poco más de 20 años. Habrá quien responda: son rumores, son rumores…
Otra cosa sería si se investigara a fondo, tanto por delitos criminales como por delitos electorales. ¿De dónde sale el dinero para ganar elecciones o de dónde para matar a quien o quienes les estorben? Pero no, la población oaxaqueña no tenemos tanta suerte. La fiscalía que se dice especializada en delitos electorales, donde a pesar de todo sigue “trabajando” Araceli Pinelo López, no sirve absolutamente para nada. Y de eso, las mujeres, tenemos muchas pruebas y claros ejemplos.
El resultado de ser tan permisivos en Oaxaca es lo que otros sí se atreven a decir: No es en vano que esta entidad ocupe uno de los lugares más importantes en actividades ilícitas, como señala un trabajo periodístico de La Silla Rota publicado en octubre del 2020, en relación a una investigación realizada por la Unidad de Inteligencia Financiera, que en aquel entonces, puso en blanco y negro las operaciones de los carteles en este no pacífico territorio oaxaqueño donde el mundo color de rosa de Muratito niega lo innegable.
Bueno, luego no digan que no lo sabían.