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SOLEDAD JARQUÍN EDGAR
SemMéxico, Oaxaca, Oaxaca. ¿Cuántos fiscales Uriel Carmona hay y ha habido en México? ¿Cuántos fiscales como Uriel Carmona han enfrentado las familias, las madres, de víctimas de feminicidio? Esa es la pregunta que, desde la detención del fiscal de Morelos, Uriel Carmona, el pasado viernes, me asalta por razones personales y por razones colectivas.
Más allá del sospechosismo que persiste en nuestras vidas, desde un tiempo a la fecha, sobre las venganzas políticas que operan por aquí y allá en este país más que politizado yo diría dogmatizado y, por tanto, polarizado, o la suposición del fiscal sobre la protección al gobernador futbolista de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, lo que veo es un acto inusual contra un personaje de los muchos intocables que pululan en México.
Después de unos meses de silencio por mi parte en esta columna, hoy veo motivo para volver y ese me lo ha dado la detención de Uriel Carmona por su “presunta” (pero muy clara) participación en la obstrucción de la justicia en el feminicidio de Ariadna Fernanda López, de 27 años, asesinada en la Ciudad de México y cuyo cuerpo fue abandonado, tirado, a la orilla de la autopista a Cuernavaca, la capital de Morelos.
El feminicidio ocurrió en octubre pasado. De manera masiva, vimos por todos los medios y redes sociales la terrible forma en que los presuntos autores del feminicidio se habían “desecho” del cuerpo de Ariadna, porque la fiscal de la Ciudad de México, Ernestina Godoy, “ahora sí”, como se opinaba en aquellos días, había hecho mejor su trabajo, revisando las cámaras de seguridad del edificio y otras pruebas, mismas que contrastaban con el rápido veredicto pericial dado a conocer por la Fiscalía de Morelos, quien aseguraba que la joven había muerto por intoxicación alcohólica que le provocó una asfixia con su propio vómito.
Con los videos en la mano, el cuerpo de Ariadna Fernanda fue llevado a la ciudad de México, donde se comprobó que había sido asesinada y no en Morelos, para una nueva autopsia, lo que derrumbó la hipótesis fallida de Uriel Carmona, pues la joven había muerto no por asfixia sino por un trauma múltiple.
Luego sucedieron los dimes y dirites entre la entonces jefa de gobierno Claudia Sheinbaum y Uriel Carmona, más tarde con la intervención de Ernestina Godoy y el personal forense de Morelos que a toda costa sostenían las palabras de su jefe, el hoy detenido fiscal Carmona. Por lo que tuvo que intervenir la Fiscalía General de la República, dando así palo a la versión de morelense.
Insisto cuántos Urieles Carmona hay y ha habido en México al frente de las fiscalías “autónomas” que cada entidad tiene. Basta revisar los múltiples casos de feminicidio que están en la impunidad. La pregunta es hasta donde la Fiscalía General de la Republica está dispuesta a entrarle, porque luego no puede, no es su competencia o no quiere hacerlo, como lo han contado múltiples veces las madres de las víctimas de feminicidio.
Y aquí le pongo un recuento de algunas de las omisiones e intromisiones, desviaciones y acciones que los fiscales de aquí y de allá cometen para ocultar y proteger feminicidas: no hacen una adecuada recopilación de evidencias en el lugar de los hechos, no realiza las investigaciones correctamente, las entrevistas y toma de declaraciones son deficientes y dejan preguntas sin respuestas, ocultan documentación determinante, apadrinan la protección de feminicidas por recomendación de políticos, familiares o conocidos, con o sin dinero de por medio. Es como dice Elvira Camacho Bautista, madre de Ivón, joven asesinada en Oaxaca en 2013, hace 10 años: macho solapa macho.
En fin, la pregunta es ¿cuál es la responsabilidad de los fiscales de hoy y de ayer? La respuesta la tenemos a la vista. En diciembre pasado Impunidad Cero, presentó la quinta edición del Índice de Impunidad en Homicidios Dolosos y Feminicidio, incluyendo un indicador impunidad acumulada
Algunos de los principales hallazgos son:
- En seis años sólo siete de cada 100 casos de homicidio han sido esclarecidos y en este mismo periodo de tiempo menos de la mitad de los feminicidios registrados han concluido con una sentencia condenatoria.
- A pesar de que la SCJN resolvió que toda muerte violenta de una mujer debe de ser investigada como feminicidio, solo 27% de las muertes violentas de mujeres fueron investigadas como feminicidio en 2021.
- Durante el 2021, 7 de cada 10 homicidios intencionales fueron cometidos con armas de fuego, tanto para mujeres como contra hombres.
- Los estados con mayores tasas de víctimas de feminicidio por cada cien mil mujeres durante el 2021 fueron Quintana Roo (2.9), Sonora (2.8), Sinaloa (2.6), Chihuahua (2.4), Morelos (2.3) y Nuevo León (2.3).
En las mismas de siempre
Este domingo 6 de agosto, el municipio de Tehuacán, Puebla, realizó la Carrera de la Tortilla 2023, quiere decir que lo hacen cada año, en la cual mujeres que se dedican a la elaboración de tortillas corrieron desde el zócalo de esa ciudad hasta Santa María Coapan, unos 5.7 kilómetros de distancia, cargando en la espalda su tenate con al menos 10 kilos de peso.
¿A qué tradición responderá esta carrera? A ninguna. Pero sirvió para diversión del gobernador de Puebla, Sergio Salomón, quien dio el banderazo de salida, junto con el alcalde de Tehuacán Pedro Tepole Hernández.
El peso que llevan estas mujeres sobre sus hombros no es el peso de las tortillas sino el peso de la discriminación que se ejerce en su contra por la falta de políticas públicas para el desarrollo de su trabajo y condiciones personales. Así tenemos, por ejemplo, la presencia de enfermedades como el cáncer de pulmón e hidronefrosis consecuencia de la inhalación de humo. Jornadas extenuantes de trabajo que inicia en la madrugada y que termina con la venta de la última tortilla por la tarde.
No pueden estas mujeres ser vista por su “contribución a la economía familiar” y organizar una carrera a la que asisten 400 mujeres, y estar ciegos para no ver el fondo del problema: la discriminación, la negación de derechos y la persistente violencia en su contra…todo de parte de las autoridades.
