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NATALIA VIDALES DE BITTERLIN (SemMéxico, Sonora).
La efervescencia política está -ahora mismo- a todo lo que da, con programas de movilizaciones de parte de la sociedad civil organizada, para planear el quehacer inmediato dados los resultados -nada favorables- de la pasada contienda electoral del domingo en los Estados de México y de Coahuila.
Las organizaciones civiles están prestas -como lo han venido haciendo- para actuar en consecuencia pero los partidos políticos de oposición, y muy particularmente en relación con sus dirigentes nacionales, le quedaron a deber tanto a las y los ciudadanos que lo menos que se les debe exigir -si no es que su renuncia- es realizar una autocrítica por lo sucedido y planear estrategias a seguir para evitar que, en el 2024, el partido en el poder continúe imponiéndose con sus políticas regresivas y populistas que, creíamos, haber dejado atrás con la llegada de la alternancia y la democracia del nuevo milenio.
La elección que acaba de pasar nos mostró que el abstencionismo sigue predominando, por más esfuerzos que se hicieron para promover el voto, como la única y la mejor forma de mejorar las cosas.
Las manifestaciones -exitosas por cierto- de inconformidad que se han dado en los últimos meses -de parte de ciudadanos/as muy preocupados por los resultados de este gobierno- no fueron suficientes para reflejarse en las urnas. Pensábamos que lo serían pero no. La apatía, o el rechazo a la marca del PRI -que fue la resaltada en estas elecciones- predominó y el pueblo no salió a votar y por apenas tres millones de votos tendrán en el Estado de México una gobernadora que en su pasado ha demostrado ineficiencia y corrupción. Como bien lo dijo la senadora Xóchitl Gálvez: “Resultó que una persona que debería estar en prisión por haberle mochado el sueldo a las y los trabajadores del municipio de Texcoco cuando fue su presidente, ahora es gobernadora del estado”. El deterioro de vida de las y los mexiquenses lo verán más pronto que tarde y caerán en cuenta de su error, pero el daño ya estará hecho.
Las campañas del Presidente de hacer creer al pueblo que la pensión a las y los mayores es un regalo de su reinado contribuyó, sin duda, a favorecer a su partido ahora en el Estado de México, sin advertirse que la falta de medicamentos en el sector salud los llevan a gastar eso, y más, en las farmacias particulares para atenderse. Al mismo tiempo que se cancelaron programas de empleo, de recreación, culturales, y de atención prioritaria y de calidad a las y los adultos en las dependencias públicas, por ejemplo, el IMSS acaba de cancelar el ADEC, un sistema de atención domiciliaria para adultos/as postrados y que está provocando que sus familiares los lleven en camillas a consulta en los hospitales para ser atendidos/as.
No tenemos varita mágica para asegurar el motivo pero el hecho fue que: decidieron no votar y consideramos que corresponde a los partidos analizar el por qué, pero no vemos buena señal cuando sus dirigentes salen al día siguiente a minimizar la derrota y no tener la más mínima intención de reflexionar y aceptar la situación. Seguirán, parece, por el mismo camino de ignorancia contra las y los ciudadanos y sus mensajes y por ello deberá ser la sociedad quien actúe con fuerza y permanezca en la lucha con mayor fuerza como, parece ser, lo están haciendo.
Estos días hemos recibido invitaciones para integrarnos a tres grupos ciudadanos y vemos que van adelantados ya en sus propuestas pero falta -como ha faltado siempre- una característica indispensable en el perfil ciudadano que se busca para tener candidatos de primer nivel: la trayectoria humana y moral de las personas que deseen acceder a puestos de gobierno y, sobre todo, a la presidencia de nuestro país.
Las y los ciudadanos no estamos dispuestos ya a seleccionar “al menos peor” que nos propongan. Merecemos un gobierno de primera con gobernantes que tengan la práctica de los valores universales, como la honestidad, la ética, la justicia, responsabilidad, tolerancia, fraternidad.
¡Ya vimos lo que pasa si se elige a quien en su pasado fue violento, irrespetuoso de las leyes, ofensivo! como sucede con el actual Presidente quien, aun suponiendo sus buenas intenciones, considera que la 4T debe realizarse atropellando a las instituciones, lo cual es un absurdo, así que bueno es tenerlo presente. No se le puede pedir peras al olmo. La persona que llegue a ocupar la silla presidencial no va a practicar esos valores como por arte de magia. Si no lo hizo en el pasado…menos lo hará en el futuro, con todo el poder que se ejerce cuando ya tiene la banda presidencial cruzada en el pecho.
No cometamos el mismo error. Exigir esta cualidad a los partidos es lo mínimo que podemos hacer para contribuir a lograr que en la próxima administración gubernamental lleguen las y los mejores, no las y los mediocres, ni las y los violentos, ni los corruptos/corruptas.
*Periodista sonorense con más de 40 años de ejercicio profesional. Activista social, fundadora y directora de la revista Mujer y Poder. Comentarios por WhatsApp 6621 441440. www.mujerypoder.com.mx
