GUADALUPE RAMOS PONCE*
SemMéxico, Guadalajara, Jalisco. Pues si Beatriz, que jodida te dieron, que jodida les diste a las mujeres, que jodida estás.
La humillación a Beatriz Paredes muestra una vez más que es en los partidos políticos en donde se vive la mayor violencia contra las mujeres. El patriarcado ahí encuentra su mejor espacio para evidenciarse y pulirse. No importa que la mujer contra la que se ensañe sea del tamaño y la trayectoria de Beatriz Paredes, una mujer a la que solo le hacía falta ser presidenta de la República, después de haber sido, diputada, senadora, gobernadora, presidenta de su partido y toda una vida de militancia partidista.
La humillación que sufrió Beatriz Paredes en la contienda por la coordinación del Frente Amplio por México (FAM), es un claro ejemplo del cinismo y la violencia patriarcal. Las declaraciones de “Alito”, presidente del Partido Revolucionario Institucional, sobre “bajar” a Beatriz Paredes de la contienda, sin el consentimiento de su correligionaria, fueron de una rudeza innecesaria y falta de respeto a la figura de Beatriz.
En conferencia de prensa el pasado miércoles 30 de agosto, “Alito” Moreno Cárdenas presidente del PRI, inició con casi tres horas de demora un breve mensaje en el que se deshizo en elogios hacia la Senadora Beatriz Paredes, quien no lo acompañó en el templete, para después materializar una traición que se había ido configurando desde el lunes, cuando en un mensaje banquetero a medios comenzó a trazar la ruta para bajar de la contienda a Beatriz Paredes Rangel quien dio un discurso incendiario en contra del patriarcado en el último Foro del Frente Amplio por México dedicado al empoderamiento de las mujeres, donde consideró que dejar la contienda antes de tiempo como parte de un acuerdo sería replicar la forma patriarcal de hacer política en México: “Porque si las mujeres vamos a repetir el modelo patriarcal de los arreglos, perdónenme, ¡estamos jodidas!” algunas horas después, su dirigente partidista diría a los medios: “Los 32 comités directivos y estatales y organizaciones nacionales del PRI decidimos respaldar la candidatura única de Xóchitl Gálvez, y por ello buscamos reducir el desgaste político”.
La gran trayectoria política de Beatriz Paredes no fue suficiente para el poder partidista patriarcal. La decisión de dejar la contienda no era suya. El patriarcado la abandonó e impuso su voluntad. Los hombres son los que mandan, lo que imponen, lo que atropellan y violentan a las mujeres que contienden. La presencia de mujeres en una contienda o en un cargo no trae, de facto, el poder que corresponde.
Bajar a la candidata del PRI de la contienda era una decisión que le correspondía a Beatriz Paredes Rangel, una mujer de 70 años, política, diplomática y socióloga mexicana; con una larga carrera política como militante del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que la ha llevado a ocupar, entre otros varios cargos públicos; los de diputada, senadora, embajadora, gobernadora del estado de Tlaxcala y presidenta del PRI; y, desde 2018 nuevamente ocupa una curul en el Senado de la República. Toda esta trayectoria fue insuficiente para evitar la humillación que le impusieron los patriarcas.
El Frente Amplio integrado por el PRI, el PAN y el PRD mostró lo peor de cada uno de esos partidos, pero también Beatriz Paredes fue una gran decepción. Ella misma en sus discursos previos dejó claro que jamás aceptaría arreglos patriarcales en relación a su candidatura, sin embargo, el poder patriarcal se encargaría de que se comiera sus propias palabras.
Xóchitl Gálvez recibe del patriarcado partidista, el apoyo traicionero que ensucia la trayectoria de otra mujer. Así juega el patriarcado, enfrenta a las mujeres, las hace enemigas y luego elimina a quien le conviene.
En este proceso, no solo perdió Beatriz Paredes ante este atropello a su dignidad. Perdimos todas las mujeres. Porque Beatriz no supo, no quiso, no pudo, dejar de ser la política jodida del PRI.
Dra. María Guadalupe Ramos Ponce
*Vicecoordinadora de CLADEM en México
Profesora Investigadora de la UdeG.
@dralupitaramosp