ELENA CHÁVEZ GONZÁLEZ*
La prensa fue el único poder capaz de poner freno a los excesos de las monarquías y de los imperios, por eso los republicanos abrazaron a la prensa y la hicieron un pilar de toda democracia. En un sentido opuesto, todos los regímenes autoritarios de derechas o de izquierdas mancillan, ofenden y asesinan a la libertad de prensa matando a sus representantes.
En México, hubo un tiempo en que la prensa, con todo y se le niegue y demerite, se dedicó a combatir al poder y a la corrupción con el trabajo periodístico y valiente de los hermanos Enrique, Ricardo y Jesús Flores Magón, quienes se enfrentaron a la dictadura de Porfirio Díaz (1876-1911) logrando el debilitamiento del régimen y su posterior caída con la edición de dos periódicos: Regeneración, nombre plagiado por cierto, por el presidente Andrés Manuel López Obrador para su pasquín, y El Hijo del Ahuizote.
Fue tal la fuerza de la prensa que se convirtió en el cuarto poder, después de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial. ¿Qué pasó? Los Gobiernos corrompieron a los dueños de los medios y el respeto que se tenía a la prensa se debilitó a tal grado que hoy en día quienes ejercemos este oficio debemos soportar insultos de los corruptos, de los políticos que roban a México y a los mexicanos con total cinismo, que hasta se dicen transformadores.
En estos tiempos de fake news y de redes que en segundos nos comunican con todo el orbe, una parte minoritaria de la prensa oficialista de la transformación de cuarta, dedica sus columnas, sus cartones y sus espacios en radio y televisión a combatir a otra parte también significativa de la prensa que cumple su papel: informar, analizar y criticar los excesos del poder.
La polarización en los medios, que es una estrategia política deliberada del presidente Andrés Manuel López Obrador, ha fortalecido a los youtubers, influencers, e improvisados que se dicen periodistas y, hemos llegado al punto que desde el gobierno de la Ciudad de México, se le entregó el premio Carlos Montemayor a unos de los aplaudidores del régimen, ¡Carlos, compañeros, se volvería a morir de haberlo imaginado!
En mi caso, un conocido administrador, cuyo nombre no voy a mencionar para que no haya molestias en el Club de Periodistas, se sumó a la campaña del Gobierno Federal contra mi libro El Rey del Cash, y me mandó directito a los quemaderos de la inquisición, es decir, donde hoy se erige la estatua del gran periodista Francisco Zarco porque, me dijo, son otros tiempos. ¿Cuáles, preguntaría? Los que dicta un hombre cada mañana impulsado por el odio hacia una prensa que no se le ha hincado y, que con todos los riesgos que implica, se le ha investigado revelando que nunca barrió la corrupción de arriba hacia abajo sino que la escondió debajo de su cama.
De tal manera, periodistas que hoy estamos aquí reunidos, que entre influencers, youtubers y administradores hay que devolverle al periodismo su papel como la voz de la conciencia ciudadana porque no solo informamos, ayudamos a la gente a resolver su problemática y es de tal importancia hacer nuestra labor que más del 90 por ciento que lo que ustedes y yo sabemos del mundo proviene de la prensa. Somos, les guste o no, el 4 poder.
Desde Palacio Nacional se ha decidido pasar por arriba de todas las líneas editoriales que todo medio posee, tiene, enseña o adopta, para intentar imponer la verdad única, esa que sólo Andrés Manuel López Obrador, con sus otros datos, dice tener.
Frente a esa pretensión de verdad única, que como buen dictador considera como absoluta e indivisible, un sector de la prensa se ha levantado desde el día uno de este malhadado gobierno para mostrar las mentiras del abuso del poder.
El caso significativo de las matanzas en el norte del país, que fueron sólidamente documentadas por el diario Reforma, provocaron las carcajadas de López Obrador, solo recuerdo a otra persona capaz de reírse de una matanza: Slobodan Milosevic, el carnicero de los Balcanes, ex presidente de Bosnia, cuando le dictaron sentencia por genocidio.
A ambos, Milosevic y López Obrador, los iguala esa mirada depravada frente a la muerte y la capacidad de mentir y violar la ley; son mitómanos patológicos, descritos como encantadores de serpientes, para quienes el fin justifica los medios.
Al Reforma lo ha llamado pasquín asqueroso, pero, en sentido opuesto, al diario oficial de la federación, La Jornada, dirigido por su comadre Carmen Lira, la ha premiado con un presupuesto millonario de mas de 771 millones de pesos tan solo entre 2019 y 2021 y ha hecho de su mayoría de colaboradores parte de la nómina del gobierno para convertirlos en sus feroces defensores.
A los moneros del mismo diario los premió con audiolibros, espacios en televisión y, desde luego, con salarios que ni Obama ganó durante su mandato.
La prensa internacional también ha sido objeto de denuestos. Los diarios The Washington Post, The World Street Journal, el New York Time, el periódico más poderoso del planeta, así como el español, El País, han sido objeto de sus insultos. Todo aquel que esboce una crítica, por bien fundamentada que esté, lo convierte automáticamente en un ataque de los conservadores, de los enemigos, nunca admite una sola equivocación, ni siquiera en el caso de 40 centroamericanos quemados.
Un columnista dijo en su cuenta de Twitter que en el extranjero no le creían que en México no hubiera periodistas acosados, coartados en su libertad de expresión, mucho menos encarcelados. Le digo desde aquí, en compañía de todos mis compañeros del gremio, que no están en la cárcel, efectivamente, porque están muertos. Recordar con profundo dolor a Lourdes Maldonado, quien de manera presente le dijo a López Obrador que estaba amenazada de muerte por uno de sus más cercanos amigos, a quien hizo gobernador de Baja California, la ignoró, y días después fue asesinada en Tijuana.
Compañeros la cantidad de los periodistas muertos, 37 en lo que va de este gobierno y de acuerdo a cifras de la organización Articulo 19, tiene que convocarnos a todos aquellos que ejercemos y que creemos en la prensa libre, a una unión gremial efectiva, que trascienda a los dueños de los medios que olímpicamente se lavan las manos cuando uno de sus reporteros es asesinado…Es necesario se rompa esa relación enfermiza prensa- poder harto mendigada, de la cual López Obrador se aprovecha una y otra vez; se burla cada mañanera desde su pulpito presidencial y amenaza con despertarle al tigre que sencillamente es su pueblo bueno, sus fanáticos que, todos, sabemos, compra con dadivas. Ese pueblo que, en sus propias palabras, es su estrategia electoral para mantenerse en el poder y quedar impune de sus delitos.
Es necesario y urgente que empecemos a cambiar.
Hay que hacer a un lado lo que él ha buscado desde sus tiempos de candidato presidencial: echarnos a pelear unos contra otros. Hagamos honor a la solidaridad que nos da nuestro propio oficio.
Corremos un gran riesgo en un país como México donde se nos odia, donde diariamente nos enteramos del homicidio de una o un reportero del interior del país. Incluso de un atentado a un conocido conductor de noticias en nuestra Ciudad de México. No podemos, no debemos normalizar esta situación o en algún momento seremos uno de nosotros quién estará muerto. Repito, la situación de encono en nuestra contra nos obliga a unirnos en principio para defender nuestra palabra y nuestra vida.
A los dueños de los medios les digo: pueden dormir tranquilos, no estamos pidiendo aumentos, aun cuando los salarios son miserables para la labor tan riesgosa que hacemos. No queremos que nos censuren ni autocensurarnos. No queremos, ni permitiremos, si estamos unidos, que el poder nos señale, nos agreda físicamente cuando estamos en cumplimiento de nuestro trabajo de informar a los mexicanos, nos eche encima a Hacienda, nos acose judicialmente y, mucho menos, nos exponga para ser carne de cañón del crimen organizado.
Somos mujeres y hombres con un oficio noble, trascendental para la sociedad, sintámonos orgullosos de ser periodistas, pero periodistas libres como los fueron los hermanos Flores Magón y Francisco Zarco.
Gracias
*Mensaje de la periodista Elena Chávez González, autora del libro El Rey del Cash, en el encuentro Reportero 2023, celebrado con la asistencia de más de un centenar de periodistas, reporteros, reporteros gráficos y trabajadores de medios de comunicación, en el Salón Juárez del Hotel Barceló de la Ciudad de México
7 de junio de 2023