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>> Con el éxito de la segunda edición del Festival de Metales del Pacífico
Mazatlán, Sinaloa, 21 de noviembre (entresemana.mx). Durante dos semanas, Mazatlán vivió una transformación cultural sin precedentes. La segunda edición del Festival de Metales del Pacífico convirtió al puerto en el epicentro internacional del trombón, la trompeta, la tuba y los instrumentos de metales contemporáneos, reuniendo por primera vez en México a figuras de talla mundial como James Morrison, Zoltán Kiss, Sérgio Carolino, Louis Dowdeswell, Gileno Santana, Matilda Lloyd, Javier Rossetto, Dariusz Mikulski, así como al reconocido trombonista mexicano Alejandro Carballo, líder de la banda de metales de Luis Miguel.
Artistas provenientes de Europa, Asia, América, Australia y México hicieron de Mazatlán un punto de encuentro sin precedentes.
Del 4 al 15 de noviembre, Mazatlán fue escenario de más de 25 actividades, entre conciertos, clases magistrales, ensayos abiertos y encuentros formativos que reunieron a jóvenes talentos de distintos estados del país y de Latinoamérica.
En un contexto nacional donde la violencia domina la agenda mediática del estado el Festival de Metales del Pacífico generó una narrativa distinta, posicionando al estado como un espacio donde el arte, la cultura y la educación musical de alto nivel pueden transformar percepciones y reconstruir tejido social. Este encuentro confirma que la música es también una estrategia de paz y una herramienta que impulsa la imagen positiva del estado y del puerto.
Un festival que llenó de música a Mazatlán
El festival abrió oficialmente en un escenario tan majestuoso como simbólico: la Catedral Basílica de Mazatlán. El trompetista venezolano Javier Rossetto y el cornista polaco Dariusz Mikulski ofrecieron un concierto inolvidable que combinó virtuosismo, espiritualidad y una sonoridad imponente. Este recital marcó el tono de una edición que apostó por la excelencia artística desde el primer día.
Conciertos memorables
- Sérgio Carolino & Daniel Schvetz (Portugal–Argentina) presentaron un recital de tuba y piano en el Gran Acuario Mazatlán, creando un diálogo poético entre música y vida marina.
- El virtuoso James Morrison (Australia) —en su primera presentación en México—electrizó al público en el Teatro El Cid, invitando al escenario a Zoltán Kiss (Hungría) y Gileno Santana (Brasil) para una explosión musical de jazz e improvisación.
- En un concierto íntimo, Gileno Santana y el guitarrista mazatleco Roberto “Batuco” Arballo fusionaron música brasileña y mexicana, generando un encuentro cálido y profundamente humano dentro del Acuario.
- La Somos Música Big Band, reforzada por estrellas internacionales como Louis Dowdeswell, Rex Richardson, Zoltán Kiss y Alejandro Carballo, ofreció una presentación histórica que se convirtió en una de las más aplaudidas de la edición.
- Jalisco Brass llenó de energía la Casa del Marino con un concierto gratuito que logró convocar a familias, jóvenes y turistas.
- El festival cerró con una noche emocionante en el Teatro Ángela Peralta, con la trompetista británica Matilda Lloyd, acompañada por la pianista mexicana Argentina Durán y la cantante mazatleca Vanesa Gama.
Formación, inspiración y excelencia
Las clases magistrales fueron un eje central del festival: todos los artistas internacionales, sin excepción, impartieron sesiones formativas que acercaron a nuevas generaciones al nivel más alto de la música de metales.
- Zoltán Kiss guió a jóvenes trombonistas en el Museo de Arte de Mazatlán hacia nuevas posibilidades técnicas y expresivas.
- Gilleno Santana compartió su visión moderna de la trompeta contemporánea.
- James Morrison, en colaboración con Lizos Music y Colegas Estudio, impartió una masterclass de impacto internacional.
- Louis Dowdeswell ofreció una sesión vibrante en la casa sede del festival, convertida en un espacio de encuentro para músicos de distintas nacionalidades.
- Varias sesiones abiertas permitieron que músicos locales tocaran y dialogará directamente con artistas de renombre mundial.
Mazatlán: una plataforma global para el aprendizaje musical.
El Festival de Metales del Pacífico se reafirma como un proyecto estratégico para el turismo cultural, la educación artística y la proyección internacional del puerto.
Durante dos semanas, Mazatlán recibió a cientos de asistentes, músicos, estudiantes y visitantes que vivieron una experiencia cultural sin precedentes.
En una época donde la narrativa nacional se centra en la violencia, el festival representa una respuesta cultural poderosa, fortaleciendo la imagen positiva del estado y mostrando al mundo un Sinaloa vibrante, creativo y capaz de albergar eventos de clase mundial.
El trabajo conjunto con aliados como Lizos Music, la Banda MS, instituciones culturales locales y artistas de todo el mundo permitió que el festival alcanzará a miles de personas dentro y fuera de Mazatlán.
Un festival que crece y se vuelve referente
Con esta segunda edición, el Festival de Metales del Pacífico consolida su vocación de convertirse en uno de los encuentros de metales más importantes del mundo, con programación internacional, espacios de formación y una propuesta artística que transforma vidas y comunidades.
Mazatlán ya mira hacia la tercera edición, con más música, más artistas y más actividades para seguir posicionando al puerto como una capital cultural del Pacífico.
