>> ¡Bomba política!
CARLOS POZOS SOTO. Faltando 14 meses –o bien 400 días– para que se sepa de buena tinta y oficialmente –aunque los más más allegados ya lo intuyen– quién será el relevo presidencial de MORENA, y porque así lo ha querido el presidente de todos los mexicanos, Andrés Manuel López Obrador, –él se ha autodescartado de una reelección– para pasar a la historia como un demócrata; esto hace que todos los reflectores de la política mexicana e internacional se centren en la fuerza y poder de las palabras del oriundo de Tepatitán, Tabasco.
En el año de 1900 Porfirio Díaz tenía 74 años de edad, considerada una edad muy avanzada en el pasado siglo, por la expectativa de vida; y aun en el primer lustro del siglo XXI, una persona con más 70 años es considerada “anticuada”. El primer presidente de México surgido de la izquierda –hasta antes de su llegada considerada la oposición– Andrés Manuel, en el año 2024 cumplirá 70 años, enfrentando una agitada clase política mexicana y la intervención de fuerzas de Estados Unidos, en la más competida de las elecciones electorales con nuevos arbitrios en el INE y nueva presidenta de la SCJN.
Con el cambio de siglo, en su tercer proceso electoral, en donde la política de fondo empieza a registrar las expresiones de grandes concentraciones pacíficas, pero severamente criticadas; con ese respaldo popular, se analiza y sopesa el que no solamente se elija al Presidente, sino que éste vaya en fórmula con una candidata o candidato a vicepresidente, pues los elementos fueron entregados por los partidos políticos neoliberales herederos del porfirismo, a los organismos reguladores de la democracia mexicana. Solo faltaría una reforma enviada por el Jefe del Ejecutivo Federal y votada positivamente por el Congreso de la Unión. Y demostrar así que México está preparado para la democracia en toda la extensión de la palabra.
¿Y cómo y por qué entregaron los neoliberales sus armas de batalla? Les explico: al carecer de credibilidad y fuerza política, con un menor arrastre de masas voluntarias, se vieron obligados a desenmascararse los representantes de las cúpulas de los partidos. En el mes de febrero del año en curso, tres de ellos, PAN, PRI y PRD -sin candidato-, anuncian que llegarán juntos a las elecciones de año 2024 en su llamada “Alianza va por México”, con lo que “nacen” las dos preferencias representativas en México de los “conservadores” y de los “liberales”.
En una unión provisional formal que no se veía hace más de 113 años en el país, con la alianza de partidos tan opuestos en sus principios básicos –ideología, estatutos, directrices, plataformas, programas y bases–, el cuadrante del compás político mexicano comienza a cambiar como lo conocíamos: con los izquierdistas y socialistas en el cuadrante izquierdo; a los libertarios y anarquistas arriba; a los derechistas y conservadores a la derecha; y a los autoritarios y populistas abajo.
Con la “Alianza va por México”, llega a nuestro país la tendencia de los dos grandes partidos que existen en la mayoría de las naciones del mundo, que están representado preferencias opuestas y que son los conservadores contra los transformadores –liberales–.
El próximo 2 de junio del año 2024, en la elección contenderán, de manera individual o coaligada como ya lo han anunciado, los partidos Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI), de la Revolución Democrática (PRD), Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), Movimiento Ciudadano (MC), Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y Partido del Trabajo (PT).
Pero, a pesar del número de partidos en México, en materia electoral las cosas continúan como en tiempos de la revolución, con Porfirio Díaz y Francisco I. Madero, porque a la fecha se tiene un congreso contrario y falta la mayoría; se dan ácidos ataques de la prensa, como los adversarios, críticos y enemigos que no le dieron tregua a Madero. Hoy parece que vivimos a principios del siglo XX.
Los más de 95 millones de mexicanos votantes contrataremos a 128 senadores y 500 diputados federales, además de que se renovarán ocho gubernaturas y la jefatura de gobierno de la Ciudad de México, pero sobre todo con el poder del voto elegiremos al que será el presidente o presidenta número 66 en la historia de los presidentes sexenales.
Cabe señalar también, amigos, AMLO tendrá el ejercicio del poder más corto en la historia de la nación: tan solo de 2 mil 131 días; y quien se le asemeja es el expresidente de México, General Lázaro Cárdenas del Río, que inició el día 1 de diciembre de año 1934 y concluyó el día 30 de noviembre de 1940.
Nada se destruye, solo se transforma, dijera Albert Einsten, físico alemán; por lo que el poderoso Partido Revolucionario Institucional, que por más de 70 años mantuvo la dictadura perfecta, muere y se transforma. Con una política de conciliación de intereses intenta mantener los vestigios de un poder conservador. Solo el tiempo nos dirá si esta unión provisional formada por tres partidos políticos, muy distintos todos ellos en sus postulados, se fusionarán de verdad una vez pasadas las elecciones y según los resultados que obtengan, o si perderán poco a poco el registro de su razón de ser, para darse cuenta que lo que pretendían era imposible.
Hoy, como ayer, la guerra continúa de parte de los partidos políticos neoliberales, y sus dirigentes que robaron a manos llenas. Fue tal el grado del entramado que forjaron, que aún existen una república simulada y un Estado que solo funciona para garantizar la acumulación de las riquezas en pocas manos, a pesar que el poder presidencial lo detente Andrés Manuel López Obrador. Hoy, como en el porfiriato, las tierras, las aguas, los bosques, las minas, lo ferrocarriles, el petróleo, la electricidad y los otros bienes colectivos, se han entregado a particulares, nacionales y extranjeros, sostiene el Presidente de México, López Obrador en su libro Neo Porfirismo, Hoy como ayer.
Como mexicanos debemos de tener presente que la Revolución Mexicana estalló contra la dictadura porfiriana al grito de ¡Sufragio efectivo! ¡No reelección! Que ahora es el punto de partida la incipiente democracia de los mexicanos, en donde debe de valer lo mismo el voto de un potentado empresario o comerciante, que el de un obrero o una mujer campesina, para contratar a quien administre correctamente este gran país y pasar así a una nueva etapa y dejar atrás la amarga realidad del México de la disparidad. Se ha trabajado como nunca 1 mil 593 días de un total de 2 mil 131 días, y quedan 538 días de la 4T… Y hasta aquí con Los Pozos de Carlos Pozos, y si desean que le haga su pregunta al Presidente de México en la conferencia de prensa “mañanera”, por favor háganmela llegar al correo: lordmolecularedacció[email protected], vía Twitter a: @lordmoleculaoficial, o bien, visiten nuestro portal https://www.lordmoleculaoficial.com/ así como también pueden ver mi Canal Lord Molécula Oficial.