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EDGAR GONZÁLEZ MARTÍNEZ
Entre los pendientes que deja la presidente Claudia Sheinbaum en este 2025, destaca la falta de apoyo a los trabajadores sindicalizados para que se les respete su voto en las elecciones gremiales, como claramente lo marca la Constitución de la República Mexicana. Muchos líderes se amparan en una mala interpretada de la autonomía sindical, y extrañamente el propio gobierno no ha hecho nada para que esos procesos electorales sean libres, democráticos, no obstante, su obligación claramente estipulada en al tratado comercial T-MEC.
Un buen (mal) ejemplo lo tenemos en Alejandro Martínez Araiza, líder del Sindicato Nacional Alimenticio y del Comercio (SNAC), quien se mantuvo impune en 2025, con la complicidad de Alfredo Domínguez Marrufo, director general del Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral (CFCFL), quien hizo caso omiso a las violaciones legales y estatutarias para retirarle el registro como secretario general de esa agrupación.
Trabajadores disidentes informaron que, a pesar de las denuncias presentadas, Martínez Araiza no informó en este año a sus bases ni a las autoridades laborales, el monto y el uso del patrimonio sindical que, tan sólo en cuotas, asciende a 500 millones de pesos acumuladas en los últimos cinco años.
Sostuvieron que Domínguez Marrufo mantuvo en 2025 una complicidad evidente con Martínez Araiza, pues no ha respondido y mantiene congelada la impugnación presentada por trabajadores para que se cancele la toma de nota del líder sindical y de su Comité Ejecutivo Nacional, debido a que se registraron 11 causales de nulidad del proceso, en el cual se reeligió Martínez Araiza al frente de ese sindicato para el periodo 2025-2030.
Los hechos demuestran que Domínguez Marrufo y sus funcionarios mantienen un esquema de protección a las violaciones del SNAC, que contrastan con los objetivos de la presidenta Claudia Sheinbaum para combatir la corrupción en todos los niveles, incluidos los sindicatos, argumentaron.
Indicaron que entre las causales de nulidad para las elecciones se encuentran: falta de transparencia financiera, omisión de verificación y padrón electoral inválido, falta de verificación de autenticidad de firmas de los supuestos votantes, carencia de integración de un padrón confiable, exclusión de centros de trabajo y trabajadores, falta de notificación generalizada sobre la realización de la elección.
También se ubican otras causales como: propaganda indebida en periodo de veda electoral, ausencia de pluralidad de opciones para votar, exclusión de empresas cubiertas por el contrato, falta de presencia de la autoridad laboral, votación en días feriados e incumplimiento de estatutos, situaciones que representan violaciones a la Ley Federal del Trabajo (LFT) y a la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Martínez Araiza debió informar sobre la administración del patrimonio sindical en el acta de asamblea del 15 de abril de este año, en la cual se reeligió por un periodo más como secretario general, pero no cumplió con dicha disposición y el 19 de mayo el CFCRL le envió un oficio en el que lo exhorta a cumplir con esa obligación, marcada en el artículo 373 de la LFT.
En diciembre, precisamente, se cumplieron 7 meses sin que Martínez Araiza haya respondido el exhorto de las autoridades y sin que estas le hayan cancelado la toma de nota como secretario general del SNAC, lo cual demuestra una complicidad evidente. En un abierto desafío a las autoridades laborales de la Cuarta Transformación, Martínez Araiza anunció que no informará sobre el patrimonio sindical, porqué 97 por ciento de los sindicatos del país no lo hace. Pese a ello, Domínguez Marrufo no hace caso a la impugnación presentada por trabajadores y se niega a cancelar el registro del líder del SNAC, con lo cual ratifica su componenda en este caso de corrupción.
Pero las cosas no paran ahí, de manera sospechosa, otros funcionarios del CFCRL han mantenido complicidad con Martínez Araiza con acciones que lo favorecen, pues sorprende la velocidad con la que se atienden las solicitudes del SNAC y las resoluciones de dicho Centro, a pesar de los incumplimientos del sindicato.
Martínez Araiza adelantó siete meses las elecciones para el cargo de secretario general y convocó a comicios en Semana Santa (14 y 15 de abril). Llama la atención que el último día de elecciones el SNAC solicitó al CFCRL la modificación de padrón de miembros, a través de Manuel Eduardo Fuentes Muñiz, apoderado legal del sindicato, como consta en el expediente CFCRL-MODMIEMBROS-20250415-25297-0817, a pesar de que el padrón debió definirse previo a cualquier proceso electoral.
Al día siguiente de las elecciones, el 16 de abril, el Subdirector de Verificación de Registros Sindicales “A” de la Coordinación General de Registro de Asociaciones, Marco Antonio Magadán Ocampo, declaró procedente la solicitud y, posterior a la elección, actualizó el padrón de 15 empresas para quedar en 17 mil 161 trabajadores afiliados al SNAC.
Una semana después, el 25 de abril, el SNAC solicitó al CFCRL la toma de nota y la modificación de la mesa directiva y en tan solo tres semanas, el 19 de mayo, Rafael Mendoza Mendoza, Director Técnico y de Apoyo Registral de la Coordinación General de Registro de Asociaciones, expidió la constancia para la modificación de directiva, de acuerdo con el registro 4232, expediente 10/02788.
Todas estas acciones aceleradas para ratificar la reelección tan cuestionada de Martínez Araiza, sólo reflejan la red de complicidades existentes en su beneficio al interior del CFCRL, institución encargada de regular la operación de los sindicatos.
Twitter: @Edgar4712
