EDGAR GONZÁLEZ MARTÍNEZ
Todo parece indicar que en este año el crecimiento económico mundial no será tan dinámico como el año pasado. No obstante, la inflación general continuó disminuyendo en la mayoría de las economías, pero se mantiene en niveles superiores a los objetivos de sus bancos centrales. Así mismo, los mercados financieros a nivel global han registrado un comportamiento en general estable, particularmente a partir de noviembre, si bien aún persiste un ambiente de volatilidad e incertidumbre. En este contexto, las condiciones financieras globales acumulan un relajamiento en los últimos meses.
Sin embargo, en este entorno, persisten riesgos globales para la estabilidad financiera, destacando la posibilidad de que la política monetaria y, en general, las condiciones financieras a nivel global se mantengan restrictivas por un periodo mayor al previsto actualmente. Adicionalmente, la recuperación de la economía mundial podría verse retrasada por una desaceleración más pronunciada o prolongada que la anticipada, a pesar de la resiliencia que ha mostrado.
Así lo estimó el Consejo de Estabilidad del Sistema Financiero que analiza periódicamente la situación de la economía mundial y sus implicaciones para la economía mexicana. Los integrantes de este organismo consideran que se han agudizado las tensiones geopolíticas, y la probabilidad de ajustes abruptos en los precios de algunos activos financieros, que pudieran dar lugar a volatilidad en los mercados. En caso de que esto ocurra, dicho repunte en la volatilidad podría amplificarse en un entorno de elevado apalancamiento en algunos sectores del sistema financiero, especialmente en economías avanzadas. Asimismo, cabe agregar que la posibilidad de eventos sistémicos que afecten al sistema financiero global, con implicaciones para los mercados nacionales, se mantiene latente.
En México, y en línea con lo observado a nivel global, los mercados financieros han mostrado un comportamiento en general favorable y, si bien se han registrado periodos con cierta volatilidad, esta se ha mantenido acotada y asociada, en lo fundamental, a eventos externos. El peso mexicano continuó mostrando fortaleza bajo condiciones de operación ordenadas y acumula una ligera apreciación desde la última sesión del Consejo, con lo que este año se coloca como la segunda divisa con mejor desempeño del bloque emergente. Por su parte, las tasas de interés de valores gubernamentales han tenido un comportamiento a la baja a lo largo del último trimestre, disminuyendo en todos sus plazos, y de manera más pronunciada en la parte media y larga de la curva. Lo anterior ha sido apoyado en buena medida por los sólidos fundamentos macroeconómicos del país en comparación con los de otras economías emergentes, contexto en el que recientemente se autorizó la renovación por dos años más de la Línea de Crédito Flexible con el Fondo Monetario Internacional, por un monto de alrededor de 35 mil millones de dólares.
La actividad económica nacional siguió expandiéndose y mantuvo un crecimiento robusto durante el tercer trimestre de 2023, y se anticipa que mantenga un comportamiento positivo en el cuarto. Hacia delante, persiste la expectativa de cierto debilitamiento, aunque de menor magnitud que el esperado hace unos meses pues, a pesar de que se mantiene la previsión de una desaceleración de la demanda externa, la expectativa de que el gasto interno continúe dándole soporte en el corto plazo se ha fortalecido. Por su parte, la calificación crediticia soberana mantiene el grado de inversión con una perspectiva estable, situación que fue ratificada hace unas semanas por una de las principales agencias calificadoras; mientras que la correspondiente a Pemex en días recientes la referida agencia actualizó su perspectiva a estable, aunque mencionó que la Empresa Productiva del Estado continúa enfrentando retos importantes en un horizonte de corto plazo.
En fin, el sistema financiero mexicano en su conjunto continúa mostrando resiliencia y una posición sólida, en buena medida respaldado por una banca comercial cuyos niveles de capital y de liquidez exceden con holgura los mínimos regulatorios.
El Consejo de Estabilidad del Sistema Financiero está conformado por el Secretario de Hacienda y Crédito Público, quien lo preside, la Gobernadora del Banco de México, el Subsecretario de Hacienda y Crédito Público, dos Subgobernadores del Banco Central, el Presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, el Presidente de la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas, el Presidente de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro y el Secretario Ejecutivo del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario.
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