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>> De Acapulco y la devastación el licenciado presidente evita referir cuándo volverá al puerto
Ciudad de México, 26 de octubre (entresemana.mx). Andrés Manuel restó importancia a su presencia en Acapulco para encabezar tareas de reconstrucción en la emergencia de la devastación provocada por el huracán Otis que pegó a este balneario con vientos superiores a los 270 kilómetros por hora, que aporta más de 70 por ciento de los recursos captados por la tesorería estatal.
—¿Hoy no regresa a Acapulco?, preguntaron al licenciado presidente en la mañanera de este jueves.
—Hoy no, hoy no, respondió lacónico.
—¿Cuándo?, le insistieron.
—Cuando sea necesario, atendió con esa capacidad de escurrir el bulto frente a la desgracia de porteños que perdieron todo y deambulan en busca de sustento frente a las parvadas de delincuentes que saquean comercios y levantan lo que les viene en gana en ausencia de la autoridad.
López Obrador, empero, desde la comodidad de la mañanera en el Salón de la Tesorería, en su Palacio, encabezó el primer informe formal de lo que ha ocurrido en Acapulco y municipios colindantes golpeados por Otis con infame embate de la naturaleza.
“Ahí está, bueno, esto es el informe, estamos trabajando y vamos a estarles informando de cómo se va avanzando”, resumió el presidente y atajó en esa conocida praxis de asumirse víctima de fantásticas y perversas estrategias de sus críticos y opositores.
La prensa, por delante y abrió fuego:
“Hay dos cosas que quiero también aclarar:
“Una, que es la desinformación. Todavía no pasaban los efectos del huracán y ya estaban nuestros adversarios, que son muy deshonestos e inmorales, hablando de que había desaparecido el Fonsen.
“(…) Vamos a suponer que desapareció el Fonden. ¿Por qué empezar a hablar de eso, si todavía ni siquiera han iniciado las acciones? Estamos levantando los árboles, estamos buscando desaparecidos y ya con esta actitud politiquera de decir: ‘Pero no hay Fonden’.
“Ya lo hemos dicho muchísimas veces, el Fonden era como una caja chica —o muy grande, no tan chica— de los políticos corruptos, eso no le llegaba a los afectados, era pura publicidad. Todo mundo hablaba de eso porque era como repartirse un botín cuando había una desgracia. Los gobiernos estatales reclamaban lo del Fonden, porque era el momento de robar a manos llenas y de manera impune”.
Luego, en esa justificación de los desaciertos de su administración, refirió que, “cuando se trata de una desgracia como esta no se comprueba nada o, mejor dicho, no se licita nada, está permitido comprar a cualquier precio por la situación de emergencia. Había un grupo en el gobierno anterior de proveedores exclusivos. Todo este fondo lo manejaba la Secretaría de Gobernación y está probado que se robaban el dinero.
“Por eso, desaparece esta oficina para la transa, para la corrupción, pero no los fondos, no el dinero; al contrario, se protege el dinero y se hace a un lado a los corruptos”.
Y luego contra la prensa, mediante la pauta de una pregunta que nadie le hizo, pero imagina planteada y señala y acusa:
“¿Por qué también en los medios de información, de manipulación, se habla tanto del Fonden?
“Porque también recibían dinero, eran maiceados; ahora no es así.
“Tenemos un recurso para eso, garantizado, pero además no se trata de fideicomisos, no se trata de fondos para atender emergencias, cuando el pueblo de México necesita apoyo se puede utilizar todo el presupuesto público, no hay límites.
“Y afortunadamente tenemos presupuesto precisamente porque no permitimos que se roben el dinero del pueblo. Tuvimos presupuesto suficiente para comprar todas las vacunas que se necesitaban cuando la pandemia, y siempre tenemos presupuesto para atender las demandas fundamentales de nuestro pueblo.
“Eso lo quiero dejar de manifiesto.
¡Ah!, pero no podía dejar de lado a su acérrimo crítico y cita:
“Lo segundo, hablando Loret de Mola, este periodista corrupto, de que por falta de atención habían fallecido no sé cuántos (en un hospital del IMSS en Acapulco)”.
–Dieciséis pacientes, abona la novel secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde Luján.
—Dieciséis pacientes en el Seguro Social. Falso, reprocha López Obrador y abunda: “Miren, aunque es muy fuerte y doloroso, pero les voy a poner una imagen que ayuda a entender lo que a veces hacen los periodistas y los medios mercenarios, los que no tienen ética y trafican con la pobreza, con la necesidad, con el dolor humano. A ver si consigues, porque es parte de la enajenación de este mundo o de muchas personas de este mundo por estos sistemas deshumanizados, en donde no importan los medios, el fin justifica los medios, se puede mentir, se pueden inventar cosas, se puede calumniar, todo para destruir al adversario o para sacar provecho en lo personal. Es una degradación de la condición humana cuando se pierden valores, cuando no hay ideales, cuando no hay principios, cuando no se actúa con rectitud, con integridad.
“(…) Pero esto es diario de parte de la mayoría de los medios de información, con honrosas excepciones. Entonces, vamos a seguir aquí con el debate.
“Pero ¿qué era Loret de Mola antes? Un periodista famoso, reconocido; a lo mejor por ustedes no, por la clase política no, pero para la mayoría de la gente sí, le creían, como otros periodistas, conductoras, conductores de radio, de televisión, encubiertos, cuando el propósito era la manipulación y ganar dinero por ese trabajo sucio, hacerse inmensamente ricos, mansiones y departamentos de lujo en Rubén Darío y departamentos de descanso en el extranjero.
“Eso no lo sabía la gente, pero es muy importante que todo esto se ventile, eso va a ayudar mucho, mucho, mucho, a purificar la vida pública. Porque lo mejor, lo mejor, es prevenir, sobre todo hay que informar, orientar, concientizar, pensando en las nuevas generaciones, en los jóvenes”.
Y la prensa culpable.
