TERESA GIL. Los organismos públicos autónomos han creado una autonomía de voluntades personales, que rebasa prerrogativas de otras autoridades y derechos de partidos y personas. Al grado incluso, de que como personas en si mismas, expresan ideas propias y hasta echan mano de sus antiguas formaciones ideológicas, para ser cómplices de gestiones autoritarias. En el Instituto Nacional Electoral (INE), se dieron todo tipo de casos y personas y un consejero que llamó la atención por su propio origen fue Uuc-Kib Espadas Ancona, que se ostentó desde un principio y en varias ocasiones como comunista. Pero su postura como tal nunca salió a relucir. Por su curriculum se nota que es una persona versada, con varios títulos que suele lanzar detrás de su nombre, pero cuya ideología, si es que existía, nunca apareció en escena. El autoritarismo de Córdova, el ensañamiento contra el actual gobierno, tendió una línea ilegal con una parte del poder judicial que creó la negación del árbitro. Y fuera del representante de Morena , nunca se vio una voz disidente, o al menos una voz cuestionadora. Todos los demás doblaron las manos. El señor de las dos u nunca apareció con un barniz al menos, de lo que debe de ser un comunista. Lo lamentable es que en sus orígenes cuando se le nombró como consejero, hubo esperanzas de una voz disidente que enfrentara los desaciertos del entonces ya conocido Córdova, para ponerlo en su lugar.
ES URGENTE UN CAMBIO EN EL INE QUE LO CONVIERTA EN ÓRGANO DEL PUEBLO
Se nota que la creación de los organismos autónomos en México fue cosa del derecho comparado. Si como dijo el ex consejero presidente del INE Lorenzo Córdova, para justificar su prepotencia, son órganos de control del poder, resulta muy extraño que ante la existencia de un poder desbocado como era aquel que lo ejercía a destajo, o sea el PRI, éste se haya prestado a ser controlado. Para unos, fueron organismos creados como auxiliares de la función pública y en muchos casos para darle chamba a parientes o amigos cercanos. Si la propia Constitución en su artículo 41 señala que son organismos con personalidad jurídica y patrimonio propios, lo lógico es que si un organismo tiene un patrimonio que surge de los recursos estatales, no puede ser totalmente autónomo. Sería como el chavo que a cierta edad quiera hacer lo que le da la gana, pero sigue pidiendo el domingo a su papá. La autonomía de los 9 organismos autónomos que funcionan, lo son en cuanto a sus prerrogativas y obligaciones, pero siguen siendo parte del estado. Sería absurdo hablar del estado en todos sus niveles, inscrito incluso en la ONU como el estado mexicano, que aparte tuviera extraños en su integración tripartita formando entidades propias. Y que todavía, además, tenga que mantenerlas.
FALLARON EN EL INE DE CÓRDOVA, LOS CINCO PRINCIPIOS RECTORES
Con la esperanza que surge con el nombramiento de Guadalupe Taddei Zavala como nueva consejera presidenta del INE, el ciudadano debe ser vigilante del comportamiento de los consejeros. Todavía continúan algunos que dieron fe de las maniobras de Córdova y que se quedaron callados como el mencionado arriba, que traicionaron sus principios personales. A éstos, no hay que olvidar que se agregan cinco principios rectores, obligatorios por la norma suprema. Dichos principios rectores que señala la fracción V del apartado D del artículo 41 constitucional, deben regir totalmente la actividad de lo que puede ser un nuevo INE, pero que en la pasada administración brillaron varias veces por su ausencia. Eso lo exhibió el propio Consejo del INE, que supo de la relación privada de su consejero presidente con partidos de oposición y ahora, cuando trasciende como empleado de esa posición. Los principios obligatorios en su función electoral estatal, son: certeza, legalidad, independencia, imparcialidad y objetividad.