TERESA GIL
En el maremágnum de tragedias que vive el mundo y México se suma con el desastre ocasionado por el huracán Otis, el drama más terrible es el de los niños. Y los centenares que están muriendo en esa locura de un solo hombre que nadie puede parar. Cuando el odio y el deseo de venganza destruyeron la humanidad de un ser, solo una fuerza superior puede impedirlo: el deseo de seguir viviendo. Y los hechos felices con los que topamos, dan esa esperanza. Por ejemplo, saber que hay promociones para que la poesía infantil aumente en México. No sé si es un dato menor según la editorial, pero quizá no anda tan mal la literatura infantil en México si se recuerda que solo en 2021, se mencionó una venta de 14. 3 millones de ejemplares. Y eso sale a la luz cuando leo la convocatoria del Premio Nacional de Poesía Infantil de Editorial Tintanueva que se cierra el 8 de este mes. Esta convocatoria configura ya 26 ediciones de los premios que otorga esa editorial y este premio tendrá su fallo el próximo 8 de diciembre. La permanente actividad de esta empresa independiente que encabeza el escritor y promotor cultural Federico Corral Vallejo, le da para celebrar con entusiasmo a sus triunfadores, como acaba de hacerlo con premiados de diferentes certámenes nacionales de poesía, en una reunión en Bellas Artes el pasado 25 de octubre. Menos de un mes antes, hizo lo mismo en Hermosillo Sonora en el Festival de la Palabra.
UN CONGRESO MUNDIAL EN MÉXICO FIJÓ POSTURAS EN TORNO A LOS NIÑOS
En relación a la convocatoria mencionada, no es para niños. Esa suele hacerlo la Secretaría de Marina y premiar infantes ganadores, por lo general muy creativos, La de Tintanueva es para mayores de 18 años, autores que escriben sobre poesía infantil a cuyo ganador se le editará la obra. Hay en el país un conjunto de editoras que se dedican a ese aspecto de la literatura, que al parecer han pasado etapas difíciles en los últimos tiempos. Editoras como El Naranjo, Tecolote, Petra y otras más se defienden aferrados a un proyecto en el que los niños son destino. México fue sede en agosto de 1979, año Internacional del Niño, del Segundo Congreso Internacional de Literatura Infantil. No era solo poesía, se alzaban todos los géneros. Previo al congreso hubo un simposio y se difundieron a nivel mundial conclusiones que aún están vigentes y que por su postura oficial deben o deberían de ser obligatorias: Promover la literatura infantil, promover e impulsar la producción de esa literatura, plantear ese aspecto desde todas las diferentes visiones, libros, guiones, películas, programas de radio, televisión canciones, teatro, todas al mismo nivel. Se exaltaba la calidad de esa literatura, la formación de profesionales para ese nivel, la participación del niño en sus contenidos y opiniones, crear centros especiales, ampliar el número de bibliotecas y el fácil acceso a esa literatura, etcétera, etcétera.
EL GRAN MAESTRO CHARLES PERRAULT FIJÓ BASES DE LITERATURA INFANTIL
Hay un librito que me traje de Cuba hace mucho tiempo que analiza el problema de la literatura infantil en el continente y en el mundo. Incluso da a conocer autores famosos que dedicaron parte de su obra a ese sector, Dickens, Carrol, Stevenson, Collodi, de Mis, Salgari, Pushkin, Gorki, Andersen, Grimm, Jiménez el Nobel, Casona, García Lorca, Ibarbouru, Mistral, Quiroga, Diego, Guillén, solo para dar apellidos y de unos cuantos. Son infinitos los autores que se han ocupado de esa literatura. En la obra Niños, Autores y Libros, se menciona buena parte de la lista. Escrito en 1982 en la Habana y firmado por Alga Marina Elizagaray, el libro se inicia con la historia singular de uno de los más grandes autores de literatura infantil. Son tantas y tan conocidas sus obras, que asombra que algunos se atribuyan su origen, cuando el propio autor, nada menos que Charles Perrault, dio la lista de sus creaciones en su librito Cuentos de la Madre Oca, fechado en 1697, en el que aparecen; La bella durmiente, Caperucita roja, El gato con botas, Cenicienta y Pulgarcito entre otros. Ya antes había publicado en otro libro los nombres de los cuentos Piel de asno, Preciosas ridículas y Griselda, entre otros. Todas la propuestas de Perrault tenían un toque humanístico señala la autora Elizagaray. Y destaca, ”El resultado: un clásico universal para todas las edades, un muestrario de tipos humanos, símbolo de virtudes y defectos fundamentales. Perrault es un maestro del que mucho podría aprender un escritor novel infantil, independientemente de los temas que, claro ahora, tienen que ser de otra envergadura existencial y social”. Advertencia muy interesante para los que vayan a concursar por un premio nacional infantil.