TERESA GIL
El asunto se le pone duro a doña Norma Piña, porque la rebeldía que encabeza desde su poder, involucra para mal a la Carta Magna, La que debería de ser el terreno fértil de su trabajo, se convierte en lodoso por la sencilla razón de que la propia Suprema Corte de Justicia de la nación, está violando el artículo 127 constitucional y cae en desacato ¿Que sucede cuando un poder viola la esencia de sus prerrogativas y deja de ser con ello, la auténtica parte tripartita de un estado? Que simple y llanamente el estado cae en riesgo de desaparecer como tal. En el pasado con el sistema priísta. donde el control lo ejerció siempre el ejecutivo, ese riesgo se controlaba porque los otros dos poderes eran serviles. El que en todo caso caía en violación era el propio ejecutivo, hecho tapado por la propia complicidad tripartita. Ahora es diferente porque el Poder Judicial se ha separado de los otros dos poderes y por ello, dado que estos son electos directamente por el pueblo, de la propia ciudadanía de la nación. Siendo un caso inédito la primera reacción debe ser no contra el poder en su conjunto, sino contra quienes están cometiendo la violación. En ese caso la presidenta del propio Poder Judicial, Norma Piña.
GRAVE. EL PRESIDENTE DEL SENADO ACUSA DE DESACATO A NORMA PIÑA
El alto salario que ganan los ministros de la Corte, viola el artículo 127 constitucional y coloca en desacato a los once personajes que interpretan la Constitución. Tal circunstancia pone en peligro la legalidad del estado de derecho, porque desde la propia Corte que es la encargada de vigilar el cumplimiento de la norma suprema, se genera ese riesgo. El presidente del país, Andrés Manuel López Obrador, envió una carta señalando que los ministros pasan sobre el artículo mencionado y la respuesta de la ministra Norma Piña ha sido el silencio. Al hacer mención del caso, el presidente del Senado Alejandro Armenta destacó que es la segunda vez que la mencionada señora comete desacato al ignorar envíos de otro poder constitucional en este caso el Senado de la República, al no haber dado respuesta después de que la propia ministra profirió amenazas contra el legislador. Este se basó en el escrito que envió a Piña, en el artículo 8 constitucional que consigna el derecho de petición. La situación evidencia no solo una disparidad o un desencuentro entre poderes, sino una verdadera violación constitucional, según se desprende de lo señalado por Armenta.
GURRÍA, EL JUBILADO A LOS 40 AÑOS, SE QUIERE SUBIR AL TREN ANTI EJECUTIVO
Conocido por ser uno de los burócratas que disfruta de pensión desde los 40 años, signado en un excelente reportaje en Contralínea, José Angel Gurría, el que exacerbó el robo y la destrucción del plantón en la Suprema Corte, ahora sale a la palestra para echarse contra el ejecutivo. Acostumbrado a las ventajas que le dio ser funcionario en gobiernos príístas y después un burócrata de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos ( OCDE), el mencionado quiere ser presidente, pero nadie lo pela en las encuestas. Golpeador de periodistas entre otro de sus méritos, ahora quiere quitar facultades al ejecutivo como si eso fuera un quítame estas pajas. Y no se precisara reforma constitucional. Dice que dado que el ejecutivo no ha cumplido con eficacia sus funciones hay que quitarle algunas como la de elegir a los funcionarios de la Corte y al fiscal general y otras en las que se actúa de acuerdo a la Constitución. Lo dice cuando es el propio ejecutivo el que está pidiendo que magistrados y jueces sean electos por voluntad popular.