TERESA GIL
En medio de los estertores tan seguidos que nos causan los minisismos, la ciudad de México se retrotrae a aquel sismo del 19 de septiembre de 1985 y cruza los dedos cada habitante, toda vez que unos segundos de terrible vaivén, le estremece todo el cuerpo en esta época. Don Charles F. Richter aseguró en una entrevista con Conacyt en 1980, que la ciudad de México no se va a hundir con un gran sismo. Tardará siglos según el científico para que eso suceda aquí y en otras partes del mundo. Pero mientras eran peras o manzanas, cinco años y medio después de lo dicho, el 19 de septiembre de 1985 la capital del país no se hundió, pero si sufrió uno de los sismos mas agresivos que se han dado en el mundo en el que se sustentó que murieron más de 30 mil personas y quedaron destruidos infinidad de edificios. Lo coincidente es que el creador de la famosa escala de Richter, para medir la intensidad de un sismo, murió once días después de aquel terrible temblor, el 30 de septiembre de ese año 1985.
MÉXICO ES UNO DE LOS PAÍSES MÁS SENSIBLES A LOS TEMBLORES
Se repitió el sismo en este sitio y en otros lugares del país 32 años después, en el 19 de septiembre también, pero del 2017, con menos muertes pero también con una gran destrucción en la misma ciudad de México y en los otros lugares donde se presentó. Para entonces el señor Richter ya había muerto y la secuela de los sismos se generalizó demostrando como lo dijo el estadounidense, que nuestro país es una de las partes de la tierra más sensibles a los sismos. Para consuelo agregó que pocos países hay en el mundo que no estén expuestos a un sismo. Y nos mencionó, por si queremos irnos a esos lugares, que hay algunos de lo más seguro en el mundo, uno de ellos la zona donde se extendía la Unión Soviética de aquellos tiempos, motivo quizá, por lo que muchos se quieren convertir al comunismo. Bromas aparte que don Charles también las decía, vale recordar cuando dijo que al presentarse un temblor, hay que permanecer en el mismo lugar “y encomendarse a dios” y también decía que hay que contar hasta cien y que si después de eso no hay novedades, es que nada va a pasar. Bromas de los científicos para calmamos.
LOS ENJAMBRES SÍSMICOS PRODUCEN MÁS TENSIÓN POR SU ASIDUIDAD
Ahora será muy persistente aplicar esos consejos del famoso sismólogo, con los minisismos de cada rato que se están produciendo en la Ciudad de México. Es un enjambre sismico, según la Red Sísmica del Valle de México, pero pese a su cortedad y escasez de réplicas, no son nada suaves. Son bruscos en zangoloteos que pueden tumbar un edificio o dañarlo, un arbotante, árboles o anuncios de esos mal puestos en las calles. Son peligrosos porque son sorpresivos, de fuerte zarandeo y crean, además, un estado de expectación nerviosa, desgastante, porque no se sabe cuando van a aparecer. El epicentro ha sido por lo general la alcaldía Benito Juárez, pero no en los últimos. Se ha extendido a otras alcaldías. Se tiene presente la falla descubierta en Plateros, pero hace seis años cuando estos zangoloteos aparecieron en plazos cortos, el geofísico Luis Quintana, responsable de la red, dijo que se debe a la actividad de la falla de la Sierra de las Cruces que atraviesa al país. Según el experto, no hay nada que hacer al respecto por el desconocimiento que se tiene del fenómeno. Muchos países lo han experimentado, se tienen datos de España, Venezuela, Argentina, El Salvador, Estados Unidos et al. En la CDMX el fenómeno estuvo presente en 1981 y en Mexicali en 2008. En ese mismo año en Reno Nevada se instaló un enjambre que en menos de tres meses produjo más de mil pequeños sismos. Desde la jefatura capitalina se está pidiendo calma, información para protegerse y desde luego vigilar las construcciones. Tiemblo al acordarme.