TERESA GIL
Ya basta que desde las autoridades citadinas (en cualquier ciudad de México), informen que controlarán el funcionamiento de los vehículos pequeños a los que se ha sumado en los últimos tiempos ese patín disfrazado que se mueve igual que si fuera una moto. Scrooter es su nombre extranjero pero la plebe lo llama escrúter. Es un añadido de peligro a la bicicleta, la moto y los carritos de comida, que supuestamente está reglamentado desde 2019. Los otros tienen muchos años en las leyes y el problema es el mismo. De hecho, se puede creer que la intención es desplazar al peatón del espacio público ya que las banquetas su destino normal, también son ocupadas por los vehículos mencionados. En la capital del país la jefa de gobierno Clara Brugada ha anunciado en varias ocasiones la intención de controlar, pero suele ser en lo relativo a registros de control documentado, que en la práctica no se aplica en la vigilancia. Antes de escribir esta crónica, atravesé apoyada en mi bastón el eje Revolución, y a la mitad, dos motos se pasaron el verde adelante y uno atrás. Con unos pasos en ambos lados pude ser atropellada, Ese peligro lo he visto en infinidad de veces en otras personas. No hay respeto al tránsito y por lo tanto a la autoridad, menos en los responsables en las alcaldías. El ejemplo que puse ocurrió en la alcaldía Benito Juárez. Y es importante que se mencionen públicamente estos casos, para señalar responsables en caso de accidente.
LA MITAD DE LOS ACCIDENTES EN LA CDMX SON DE VEHÍCULOS PEQUEÑOS
Se publica que de enero a junio en la capital han fallecido 272 personas como consecuencia de accidentes con estos vehículos y que hay un aumento de 30 por ciento en este momento. En muchos casos las víctimas son los propios conductores. Las campañas con informes de protección no siempre ser aplican. Suelen verse vehículos de ese tipo con conductores sin casco o acompañados de niños. Nadie está a la vista para detenerlos, En el freno de carros por los semáforos, esos vehículos, sobre todo las motos, se emparejan a toda velocidad, en calles de colonias y barrios. Atravesar por una de esas calles en ese momento puede ser mortal. El conductor que llega a una casa o edificio a dejar algún pedido, no estaciona su moto en la acera como debe de ser; se sube a la banqueta y penetra hasta donde puede en los espacios, para dejar su vehículo. Lo mismo hacen los que transitan en bicicleta.
EL APOYO AL PEATÓN NO EXISTE. NO HAY CLÁXON, SILBATOS O ADVERTENCIAS
El viejo claxon de los carros, que ya no se usa o quizá esporádicamente, aunque lo lleven, tampoco se expresa, aunque sea con otro nombre, en los vehículos pequeños. Muchas veces el peatón va caminando por una banqueta con una bicicleta atrás que el peatón ignora y le basta con un movimiento para ser atropellado. Oficialmente se reconocen más de 700 mil motos registradas en la CDMX y 6 mil 500 bicicletas solo de Ecobici, que presta los vehículos en 55 colonias. Acerca de los Scrooter, se menciona que más de 2 millones de personas los usan y sería ese el número de vehículos, aunque a veces van dos en un solo vehículo. Las autoridades de la capital señalan que el número de estos vehículos tiende a aumentar con rapidez por la sencillez del uso de los tipos pequeños y sobre todo por su austeridad, pero lo que no adelantan de manera urgente, como debe de ser, es la vigilancia para proteger al peatón y al mismo conductor. Volvemos a insistir, es urgente esa vigilancia.