TERESA GIL
Poco institucional Mario Delgado el recién nombrado Secretario de Educación al empujar públicamente la candidatura para dirigir Morena a Luisa María Alcalde la secretaria de Gobernación. También nombró a Citlalli Hernández con menos efusión, pero si por un lado está diciendo que el nuevo o la nueva dirigente puede ser nombrado por encuesta o por congreso, la prudencia si no el profesionalismo político, deberían indicar que no hay precandidatos y que será cualquiera de esos métodos el que presentará y elegirá al nuevo dirigente. Poco cuidadoso, además, porque ya inserta una candidatura de funcionaria actual, que fue cuestionada no solo en el caso de la pérdida de Notimex, sino en su inexperiencia en una secretaría como la de Gobernación, en la que todo el país está involucrado. Por otra parte, AMLO ha sido un buen gobernante y se le reconoce a nivel mundial, pero por ese detalle del apoyo a una familia, como la Alcalde, si se le ha reprendido. Y ahora puede dejar herencia.
LOS FUNCIONARIOS ORQUESTA HAN SIDO UN FRACASO, ANTES Y AHORA
En un país tan complejo como el de nosotros, puede haber personajes que lo conozcan a fondo, quizá los historiadores o algún otro estudioso. Pero una cosa es conocer en la teoría y caminando sobre el terreno, pero otra es gobernar. El viejo sistema siempre usó a los hombres orquesta, como esos que pueden ocupar en el entorno musical cualquier instrumento. Está claro no obstante que en materia de gobernar, se demostró la poca eficacia de los señalados, con algunas excepciones, sobre todo cuando abordaban su propia especialidad. Un caso de ejemplo es Porfirio Muñoz Ledo, que cumple un año de haber fallecido. Este personaje al parecer capaz, pero sobre todo ampliamente grillo, fue casi de todo en los estratos estatales del priísmo y de paso se coló a la derecha panista y a la izquierda, donde dirigió al PRD que él empujó a crear. Fue secretario del Trabajo con Luis Echeverría, de Educación con José López Portillo y así fue entrando a todo lo que se le nombraba, embajador en la ONU y posteriormente en ese organismo representando al PAN. Fue diputado y senador y al final porque no le cumplían, rompió de una manera violenta con AMLO, porque no le dieron el puesto que buscaba. Era un hombre habilidoso, más bien un diletante, anclado en el PRI, el PRD, el PARM y otros partidos.
NO SIEMPRE SE PUEDE SER AJONJOLÍ DE TODOS LOS MOLES
La falla de algunos gobiernos está precisamente en la repetición de funcionarios, sobre todo cuando se necesita una especialidad. El caso más llamativo en el sexenio de Enrique Peña Nieto fue el de Luis Videgaray, que pasó de Hacienda a la Cancillería, con la confesión hecha por el mismo, que de cancillería no sabía nada. Esa irresponsabilidad que no solo era de él sino del propio presidente, agredía a la población que precisa de expertos en toda secretaría. No sabemos si irá a ser igual ahora con Marcelo Ebrard que repite en sectores similares, Economía, como antes lo estuvo en la cancillería, con la diferencia de que Ebrard había gobernado la capital. De la señora Alcalde la verdad es que poco sabíamos de ella antes de que AMLO la pusiera en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, una dependencia que precisa de un experto y persona con muchos conocimientos laborales. En su gestión se perdió la agencia Notimex o al menos se le adjudica. Y llevarla a la que viene a ser la secretaría más importante por los alcances que tiene, como la Secretaría de Gobernación, tampoco llena las expectativas. El nuevo gobierno tiene ahora que partir de personas que no solo coincidan con el proyecto, sino que también haya verdadera calidad en sus mandatos. Y en cuanto a Morena, como nuevo dirigente, desde luego se precisa una persona que tenga una gran experiencia política, cosa que desde luego la señora Alcalde carece de ella, ¿que se dirá en el interior de ese partido, si ya se cocina algo seguro para ellos?