TERESA GIL
La pensión “Es un derecho ganado por el trabajador”, señala la Suprema Corte en reciente resolución, pero da la casualidad de que son las viudas las únicas que tienen el derecho a seguir recibiendo esa pensión. Los miembros de su familia, no pueden hacerlo. Si es un derecho ganado, el trabajador puede dejarlo a quien le de la gana, si se parte de esa postura de la Corte. La cual significaría que por largas décadas el estado se ha adjudicado las pensiones de trabajadores hombres o mujeres que no dejaban viudos. Es la cosa más absurda que la viuda pueda tener pensión y una madre, u otro familiar cercano no pueda tener el acceso a ese derecho ganado. Cuando un trabajador no deja viuda o viudo ese derecho ganado se pierde. La resolución en cuestión’ fue dada conocer en medios el 13 de julio en torno a la posible pérdida de la pensión de viudez, al aclarar el ISSSTE, que incluso los viudos no pierden la pensión si se vuelven a casar.. Lo cual podría llevar a doble pensión si se enviuda de nuevo. Lo más absurdo de la aplicación del derecho porque los verdaderos familiares quedan desprotegidos.
LOS VIUDOS YA NO TIENEN NINGUNA VINCULACIÓN CON EL FALLECIDO
Si se aplica de manera justa el derecho, la pensión del que fallece debe ir a los familiares de sangre. Un matrimonio deja de serlo al morir uno de los cónyuges y dicha pensión la puede heredar la viuda o viudo, salvo que el fallecido haya dejado por escrito ese derecho. En México partiendo de reglas religiosas que privilegian a las viudas, han maniobrado en leyes para que la pensión siga siendo cobrada por su cónyuge así pasen décadas de la muerte del acreedor. La idea que se ha propuesto ante esta injusticia, es crear una pensión universal para todas las mujeres u hombres que han trabajado en sus casas o se dedican a ella. Imagínense a una madre de familia o a una hermana o hermano que han apoyado a un trabajador fallecido y que tienen mayor derecho a recibir la pensión que aquel dejó y se le entrega a la viuda. Hay millones de mujeres en México que son divorciadas, dejadas, madres solteras o simples mujeres solteras que hacen el trabajo doméstico y que carecen de pensión. El premio a las viudas tiene una connotación convencional que solo se justifica si hay hijos pequeños. Pero la pensión estaría configurada en ese caso, para los infantes, con administración de albacea que puede ser la propia madre hasta que aquellos crezcan. La propuesta de la pensión universal se ha hecho de lado y en el apoyo que se dio a sectores en este gobierno, esa propuesta no se tocó. Ninguna viuda o viudo serán afectados si se crea esa pensión, porque estarían incluidos todos los que tengan ese derecho. Por lo pronto la decisión de la Corte de hace unos días, me parece una balandronada injusta y abusiva para millones de mujeres.
A PROPÓSITO DE VIUDEZ, SE HA ESCRITO MUCHO SOBRE ELLA
Hay libros, poemas, pinturas. La viudez cuando cala no solo funciona para dejar una pensión, sino que escala al arte y a la literatura y se expresa de diferentes maneras. La española Loreto Sánchez Seoane, abordó el tema en el diario español El Independiente el19 de septiembre de 2021 y se fijó en varios escritores y poetas que no pudieron resistir la muerte de sus esposas. Lo manifestaron en libros, pero varios de ellos quedaron afectados de por vida. Ella menciona en su artículo Los viudos como género literario, al filósofo que a veces nos ha visitado Fernando Savater y su libro La peor parte. También engloba en el problema a Miguel Delibes con su Señora de rojo sobre un fondo gris (Edición Destino 1991) y al más afectado de los que menciona, Ted Hughes ante el suicidio de la poeta Sylvia Plath porque él la había dejado por Assia Weill, quien también murió dejando su viudez vacía. Señala al escritor inglés Julián Barnes, que lo refiere en su libro Niveles de vida. La analista ibérica se remonta al chileno Pablo Neruda al recordar su poema Tango de viudo y cerrar con una parte de ese poema, lo mismo que haré, como ella, en este cierre:
Daría este viento de mar gigante
por tu brusca respiración.
En largas noches son mezcla de olvido,
uniéndose a la atmósfera
como el látigo a la piel del caballo.