TERESA GIL. Amado Nervo cumple este mes de mayo 104 años de haberse marchado. Y eso me recordó que el poeta fue también novelista y que una de sus novelas cortas El diablo desinteresado tuvo un gran público lector en su publicación en 1916. Entonces aún hervían en el mundo las creencias de la dualidad eterna, dios y el diablo. El diablo es ese personaje envuelto en muchas historias de traición y expulsiones de un paraíso que le ha causado muchos problemas a la iglesia católica. Al grado de que en sus inicios, el papa Francisco habló de desaparecer el infierno de su bagaje eclesial lo que significaría eliminar al diablo. Se ha detenido ese plan tal vez, porque no se ha vuelto a mencionar, Y es lógico, ¿Que hará esa creencia para ocultar a los verdaderos diablos humanos que circulan por el mundo y que en muchos casos son los verdaderos mecenas del Vaticano? Ya Mario Puzo dio ejemplos en la tercera película de El padrino, sobre esas relaciones que todos imaginamos. Y están también, las largas historias que se cuentan en estos días de Germán Larrea Mota Velasco y su imperio de extrañas oportunidades. Algo como la oscura faceta que se le atribuye a este ser negativo el diablo, que para unos es imprescindible. Hay quienes sostienen que El Paraíso Perdido de John Milton en realidad más que referirse a la divinidad de un dios que expulsó a los presuntos malos, expresa la gran admiración que el poeta inglés tenia por Lucifer, el más bello de los ángeles.
AMADO NERVO, DIPLOMÁTICO, Y DE LOS ÚLTIMOS EN VER A OSCAR A WILDE
Nadie creería que este hombre que algunos consideran romántico pero se movía en el modernismo, era un humorista. Por largo tiempo primero con Manuel Gutiérrez Nájera y después solo, dirigió El Cómico, pero después, ya más serio se hizo diplomático e incluso fue ministro plenipotenciario de México, en Argentina y Uruguay donde murió el 24 de mayo, de 1919. Viajó a Europa y ahí, entre otros grandes poetas y escritores estuvo cerca de Óscar Wilde. Debió haber sido poco porque el poeta y escritor irlandés murió en ese tiempo de 1900. Entre las obras de Nervo fue muy leída La amada Inmóvíl libro dedicado a su esposa Ana Cecilia Luisa Daillez, muerta en plena juventud, lo que devastó al bardo. Algunos señalan que su obra mas famosa es Paz, pero están entre muchas Elevación, Serenidad, En voz Baja y en su recorrido por el ensayo, su estudio sobre Juana de Asbaje.
EL DIABLO DESINTERESADO DE AMADO NERVO, COMO ESPÍRITU BENÉFICO
Es extraño hablar de una novela de Amado Nervo, porque siempre ha sido reconocido como poeta. Es una novela corta que tiene varias ediciones, pero que difunde la Biblioteca virtual Miguel de Cervantes desde Alicante. Debió sorprender cuando salió en 1916, porque se conocía la religiosidad del poeta reflejada en muchos de sus poemas. Pero es como una propuesta deseada del bardo nayarita (aunque cuando nació Tepic de donde era, pertenecía a Jalisco) de que todos en la vida sean buenos, incluso el demonio. Este mismo lo plantea en su última aparición, la búsqueda de ser bueno, de ser un espíritu. “Todos somos espíritus que se mueven en un plano de ilusión”. El caso es que al personaje de la novela, Cipriano Urquizo un joven pintor, cree que todos sus éxitos y el logro del amor de la mujer que lo había impresionado, se deben a la magia de Lucifer. Pero ahí viene lo interesante de un diablo que es práctico e inteligente. Le dice al joven que el no hizo nada, sino generar lo que se llama buenas vibras, pero que fue el joven el que logró sus triunfos gracias a su empeño. Nervo no era tan ingenuo. Con tanta abundancia, algo breve sobre el impacto que en Nervo causó el libro de Kempis. El inicio de:
A KEMPIS
Ha muchos años que busco el yermo,
ha muchos años que vivo triste,
ha muchos años que estoy enfermo
¡Y es por el libro que tu escribiste!