TERESA GIL. He pasado en los últimos días por dos organismos públicos y tres empresas privadas de la salud. Nada grave pero insistente y he comprobado la similitud de la forma de actuar del personal de salud en un país que tiene grades carencias todavía y precisa de un sistema de salud que responda a una población tan numerosa. Ante la necesidad de una respuesta ofiicial que se busca, con esa población que en algunos sectores carece de seguridad púbica. Y la pregunta en un México que tuvo siempre por su riqueza la posibilidad de tener un eficiente sistema de salud, la respuesta siempre se vuelca en los intereses. Es un escándalo en este momento la vinculación, siempre sospechada, que se da entre los organismos públicos en Estados Unidos como la DEA, con las empresas privadas, en el problema crucial que tiene ese país sobre el uso de drogas. Y lo que también se ha denunciado en México sobre la misma complicidad que se dio entre los gobiernos anteriores y las grandes farmacéuticas. No se necesita ser genio para identificar el problema: la salud en México y en todo el mundo es el don más preciado que lleva a las ambiciones de quienes quieren controlarla.
CENTROS DE SALUD, FARMACIA DE LA ESQUINA, CLÍNICAS, IMSS Y JESUITAS
Todos los enunciados arriba los recorrí en menos de una semana en busca de una respuesta. En mi centro de salud cercano, el Rembrandt, mencionado por el nombre de la calle, me hice el domingo anterior una prueba Covid para eliminar causas. Negativo. Pero se dio una curiosa discusión entre la médica postulante y el policía que reguardaba temprano en la mañana, el local. Sorprendida por la alta discusión, descubrí que era yo la causa. Y que los dos estaban a favor mio. Discutían por la salud de una paciente y ambos tenían razón. Con mi negativo mañanero me alejé dándoles las gracias a los dos. En la esquina de mi casa, en una de esas farmacias que sin ser de las llamadas similares trabajan en esa forma, el médico que me atendió, de origen veracruzano, un hombre con mucha experiencia, hace de lado los intereses que están atrás de las muchas empresas que funcionan de esa manera en el país y cubren una parte de las necesidades de la población. Con mucha coherencia revisó mi mal, signos vitales en su lugar, 96 de consumo de aire y una plática abierta como buen galeno. Por 40 pesos me mandó a mi casa. El Centro Bios que funciona desde hace décadas está en manos de la religiosidad que opera en universidades, clínicas y múltiples empresas en el país, da un servicio de precio accesible y tiene especialistas con una atención eficiente. Su personal es atento, Ahí la consulta fue breve, el médico no hizo muchas preguntas y a diferencia de otras ocasiones, me despidió sin que se hurgara el caso de la consulta. El miércoles estuve internada en la clínica Dalinde que resolvió en buena parte mi problema. Un precio justo, ante una atención ilimitada en buenas formas. Lugar bien instalado de larga presencia en la capital y un personal médico en su mayoría joven, el que impera. Ante la carencia de médicos en el país, se acuña una generación que puede resolver sobre todo el problema del campo, de la montaña y de las zonas marginadas de las ciudades..
EL IMSS, LA CUMBRE DE LAS INSTITUCIONES DE SALUD, SOBRESATURADO
En ese largo caminar por la salud he visitado muchas veces en las últimas semanas, al IMSS. No es grave, es solo mi catarata derecha que será operada. En la insistencia de análisis, visitas reglamentarias y chequeos, se percibe toda la presencia de esa institución, una de las más grandes de importantes, que tiene el país. Aunque haya asegunes por la masividad de la atención, el cansancio del personal que a veces irrita y una llamada de atención que puede ser de una néofita: la tardanza en asuntos menores como el regreso de tarjetas de identificación que masifica la presencia y aumenta desde luego las contaminaciones. Por lo demás, hay meticulosidad, esmero y respeto para el paciente. En todo el recorrido que hago descubro que en todos esos sitios básicos para salud del ciudadano, independientemente de su procedencia, son base de un personal que se entrega como lo hizo durante la pandemia en la que incluso murieron muchos. Todos esos médicos, enfermeras, empleados de todos los niveles que dieron su vida, deberían de ser consagrados héroes de la Patria porque ante sus solidaridad, debe expresarse la gratitud de todos nosotros ¿Qué más puede dar alguien que no sea la vida?