LIBROS DE AYER Y HOY/ Machismo, propuestas de cambio y aquel Boom

TERESA GIL

Los acontecimientos de los últimos tiempos, nos ponen en evidencia que en  México es necesario afinar buena parte de las leyes y crear condiciones para que los que las van a aplicar, sean sujetos confiables. El proceso de una reforma judicial es lo más evidente que tenemos. Pero mientras, los derechos que tiene la ciudadanía y que rebasan sus límites, deberían de aplicarse de acuerdo a los principios constitucionales. Es decir, recordar los derechos de terceros. En las miles de protestas que se realizan en este país esos derechos de tercero no son tomados en cuenta, por lo general. El caso más evidente  son las tomas de carreteras, casetas, de interrupción de calles en las ciudades, que provocan  no solo retrasos laborales, económicos y muchas veces cuestiones de salud. El tercero afectado en sus derechos. En el caso de las protestas en manifestaciones, se ha avanzado en el uso de protectores de bienes públicos (y que debe recordarse que  esas construcciones se hicieron con el dinero de pueblo) y privados.

LOS NUEVOS ENFOQUES EN UNA SOCIEDAD, IMPACTAN LEYES ESPECIFICAS

El Día Internacional de la Mujer que acaba de pasar, no solo deja en evidencia que hay muchos recovecos que impactan la justicia. Y como resultado se afinaron propuestas, como  un decálogo de parte de la Presidencia de la República  a favor de las mujeres,  con cambios en otras leyes, con propuestas normativas, en  la Ciudad de México por ejemplo, el  nuevo protocolo para indagación de feminicidios, la ratificación de la vigilancia en agresiones de género; se crean  juzgados especializados  y defensorías de oficio. Con las diversas medidas anunciadas, se tiende toda una protección  a las mujeres, en las que al menos  las propuestas tienen cierto acento de urgencia,  que se espera que funcionen en  la práctica. La lucha expresada  por las mujeres en la capital y en buena parte del país,  no puede ser en vano.

AQUEL BOOM LITERARIO QUE SE OLVIDÓ DE LAS MUJERES: CLUB DE TOBY

El término hombre, para definir a los dos géneros, tan insistentemente mencionado a lo largo de los siglos, se ve todavía en los libros impresos ( y en los diccionarios) incluso en algunos firmados por mujeres. El hombre era el universo en la tierra y la mujer su costilla bíblica. Los  nuevos enfoques, la realidad de que existe otro género en la vida pública y no solo en la oscuridad de los aposentos, revoluciona muchas cosas, pero no en el lenguaje todavía. Los cambios propuestos por el lado femenino causan risa aún,  en un machismo que se aposentó en la vida. El ejemplo mas claro se dio en América Latina en los años 1960 y 1970,  cuando se dieron a conocer los grandes escritores de ese espacio continental  pero las mujeres brillaban por su ausencia. Era como el club de Toby, se decía, no se admiten mujeres.  Aunque, claro, las utilizaban  como secretarias, vendedoras de sus libros, promotoras  de su movimiento. Y todo en  plan secundario. Es cierto que con  ellas, también fueron seccionados muchos y grandes escritores porque el movimiento lo controlaban unos cuantos. Así  fueron lanzados a  nivel universal escritores como Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes, Julio Cortázar y Mario Vargas Llosa. Lo singular es lo que está pasando ahora, cuando los suplementos literarios están sacando a la luz pública la existencia de grandes escritoras, poetas,  narradoras de primera, que ya existían en esa época del Boom…  y  nadie las peló.

laislaquebrillaba@yahoo.com.mx

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