TERESA GIL
La fragilidad del tiempo es lo que amenaza a los que buscan o ya tienen el poder. Vemos la forma como se debate en sus postrimerías y ahora hasta con Covid 19, el presidente de Estados Unidos Joe Biden. Lo fundamental en él en este momento es retener ese poder. Como lo es para el casi desorejado expresidente Donald Trump el recuperarlo ¿Qué son los terribles asesinatos de Benjamín Netanyahu, sino el uso del poder antes de que el juicio de la historia ratifique la condena que ya tiene? Y aquí, a otros niveles, ¿cómo se mueve en la ilegalidad ramplona Alejandro Moreno Alito, para conservar un poder que solo le sirve a él a sus secuaces? ¿Y cómo se mueven sus adláteres del PRI, desesperados por la obsesión de Alito para alejarlos de lo que ha sido su vida, su fortuna, su forma de trascender? ¿Qué diferencia hay, finalmente, entre Manlio Fabio Beltrones, doña Dulce, et al, y el campechano? Es el poder el que está en juego.
LASCURAÍN, EN EL EJERCICIO DEL PODER MÁS BREVE DE LA HISTORIA
La brevedad del poder es lo más terrible que le puede pasar a alguien que vive de él. Ha habido muchos casos históricos que delinearon esa pérdida Y es al mencionado Beltrones a quien precedió Mario Murúa, quien solo estuvo 38 días en el cargo de gobernador en Sonora, del 13 de septiembre al 21 de octubre de 1991. Cosas de la adecuación de las fechas de toma de posesión fueron la causa, pero don Mario que se encontraba enfermo después de una larga carrera pública, fue homenajeado de esa manera en la cúspide del gobierno sonorense. Sin embargo, entre muchos que han pasado por ese trance, hay alguien que lo rebasó por días y horas, pero más arriba, en la presidencia. No recordamos ninguna expresión escrita de aquel que estuvo en el poder el tiempo más breve de la historia. Se trata de Pedro Lascurain Paredes, quien murió el 21 de julio de 1952, pero cuya hazaña, que no es otra cosa, ocurrió el 19 de febrero de 1913. Don Pedro duró solo ¡45 minutos! como presidente del país. Independientemente de la causa, desde luego fue una lección a don Porfirio que duró 30 años en el poder y como Alito, todavía soñaba con reelegirse.
EL PODER EN EL TIEMPO Y LA BÚSQUEDA DE LA RECUPERACIÓN VORAZ
La recuperación del poder perdido es tan difícil como la pérdida ocurrida. Los perdedores son capaces de todo y lo vamos vamos a ver en el caso de Estados Unidos. Aquí, las más infames mentiras se hacinan en el TEPJF para impedir a todo trance no el triunfo del gobierno, aunque algunos también piden su nulidad, sino la defensa del Poder Judicial por la reforma que se está planteando con nuevas perspectivas para dicho poder. El cambio deja huérfanos a muchos, que viven del apoyo seguro de ese poder. Los datos que se han exhibido sobre los despachos, los poderosos y personajes que han signado sus vidas y sus fortunas en los expedientes archivados que los afectaban, son muchos, en efecto. Es, no solo escandaloso sino injurioso para el pueblo. Perder ese poder no solo los mismos jueces, sino sus favorecidos exhiben la orfandad que puede caer sobre los que están luchando entre brumas. La Constitución a la que están negando con ojos cerrados tiene la respuesta y es muy clara. En el sueño también perdido de recuperar el poder, muchos dirán, ¡Cuanto poder para tan breve instante! en una mala parodia de aque triste poema de Celada: ¡Ay, tanto amor, para tan breve instante!