LIBROS DE AYER Y HOY/ La hora de los animales

TERESA GIL

Los animales pensantes que somos los humanos aunque a veces eso de pensar se dificulte,  cederán  su tiempo en estos días para dedicar  un espacio a los otros, a los que  partiendo con nosotros de una estructura vital de seres vivientes, permanecen en segundo plano. La Suprema Corte de Justicia de la Nación tan  exhibida en los últimos tiempos y el Congreso local de la  Ciudad de México tendrán que enfrentarse en estos días, a respectivas definiciones, que  sean vitales para esos acompañantes nuestros de vida. La aún vetusta estructura judicial tendrá que definir la situación de una vieja elefanta Ely, que debe de ser salvada  frente a dos opciones y los legisladores de la capital tendrán un parlamento abierto los días del 17 al 24 de febrero, con el fin de dictaminar la iniciativa ciudadana  que prohíbe las corridas de toros y  las peleas de gallos. Al parecer los grupos ciudadanos de la iniciativa, se niegan a que se haga una consulta pública en la que participen los tradicionales que se han opuesto a dejar de lado la matanza de toros, en la que están metidos los empresarios que viven de esa crueldad, y que se defina directamente desde el propio Congreso, con una ley en  contra de  esa práctica de tantas décadas.

EL CASO DE LOS ANIMALES APARECE CON FRECUENCIA Y AHÍ QUEDA

Ya hay legislación que define el comportamiento en  torno a los animales y se mencionan la Ley General de Equilibrio Ecológico y la Protección del Ambiente (Tirant Lo Blanche 2024) la Ley General de Vida Silvestre  y la ley Federal de Salud Animal. Pero pese a ello la violación  es frecuente, sobre todo porque muchos de los animales,  más los domésticos, viven en el interior de los hogares y no se sabe  cual es el comportamiento. En informes permanentes se denuncian muerte de osos  como sucede en Nuevo León, envenenamiento de perros callejeros y desde luego está el caso  de la también permanente  discusión, que es la de los toros, ahora incluido el caso de los gallos de pelea. En esos casos la disyuntiva suele emparejarse porque frente a la demanda de respeto a la vida de los toros, se enfrenta el interés económico de un empresaríado creador de esos animales, empleados que viven de eso y una población que fue educada para disfrutar la defenestración violenta de esos animales. El parlamento abierto del Congreso local que se anuncia, definirá un caso fundamental a partir de ese documento que se publica como: “Iniciativa ciudadana para la prohibición de espectáculos públicos, privados e itinerantes con animales, específicamente corridas de toros, novilladas, becerradas, rejoneo, tientas o corridas de gallos”.

UNA ELEFANTA QUE NO SE BALANCEABA, BUSCA JUSTICIA PARA SOBREVIVIR

La Corte tiene en su poder en este momento, dos amparos en torno a la elefanta Ely, que sobrevive en el Zoológico de San Juan de Aragón. En los amparos se solicita por un lado que sea sacada de ese cautiverio y se le deje libre en un contexto natural y por otro, que  siga en cautiverio y se refuercen sus condiciones de vida. El organismo judicial tiene en sus manos la vida de la elefanta porque al parecer su deterioro por la edad es fuerte. Lo valioso de este caso, es la importancia que se da a la vida de un animal, la participación pública en ello y el hecho de que casos como estos se diriman en tribunales de alzada con una importancia que debieron de tener siempre.

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