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TERESA GIL
La teoría que considera al derecho una supraestructura dúctil, no parte de la ignorancia, sino por el contrario del conocimiento de la utilidad de ese derecho. No es el caso de muchos de los ministros y jueces mexicanos, porque ellos si parten de la ignorancia. No conocen bien el derecho, son analfabetas jurídicos, pero saben usarlo. La crisis que hemos contemplado en estas últimas semanas en el poder judicial ha dejado al descubierto esa ignorancia y creado una situación que viene a ser peligrosa para el país y su sistema político tradicionalmente equilibrado, pese a quienes lo han gobernado. Nunca ha habido una crisis como la de ahora porque siempre se creyó en la existencia de un profundo conocimiento de las leyes. Todo este maremágnum de escenas de estos días ha evidenciado que el derecho ha sido utilizado de acuerdo al criterio y los intereses en pugna. Paradójicamente, en eso los juzgadores dieron en el clavo, porque en efecto el derecho es una materia dúctil, maleable, que puede ser utilizado según como se quiera. No porque lo dominen.
EL SACROSANTO DERECHO CREÓ SERES QUE SE CREÍAN REYES
Ya lo hemos mencionado en otra ocasión. Los analistas que consideran al siglo XIX como el siglo del Legislativo y al siglo XX, como el del Ejecutivo, han apostado que este siglo sería el del Poder Judicial. Vana presunción con lo que estamos viendo. Se partía, independientemente de cuestiones formales, de un arribo extraordinario del ejercicio y aplicación de la justicia. Un estado justo a partir de la interpretación y la aplicación de leyes justas. Quizá los que creen controlar el derecho, ya se preparaban para el momento. A excepción del trato que se dio en ciertas épocas al Ejecutivo, como una especie de emperador que gobernaba al país, los jueces desde siempre eran tratados como personajes de alto respeto, seres dignos de un trato diferente, como personas especiales. Yo vi ese trato cuando cubrí por varios años el Poder Judicial para el diario Unomásuno, en especial la Suprema Corte. Había gente que se inclinaba ante un ministro.
SE PRECISA CON URGENCIA UN PODER JUDICIAL DISTINTO. CONOZCAMOS LEYES
Evidenciado lo que es un Poder Judicial de este momento cuyos jueces de pequeña arrogancia piden cuestiones absurdas e ilegales como el caso de la jueza veracruzana Nancy Juárez, que amenaza a una mujer electa por 36 millones, para que elimine la publicación en el Diario Oficial de la Federación, con la convocatoria de las elecciones sobre la reforma del PJ. La presidenta ha dicho que la reforma va y creemos que hay opciones para hacer la elección; ya se habla de esa posibilidad planteada por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) que está por desechar todos los amparos presentados porque su instancia no es la adecuada. Eso llevaría a dar la anuencia de la elección a tiempo. Hay que recordar que mientras el gran chisme se ha manejado en la Suprema Corte, el único instrumento que puede tomar decisiones es el mencionado TEPJF. Hay tiempo de aquí a junio cuando será la elección. Mientras, no está de más que ante una materia que ha sido tan discutida, nos aprestemos a echarle un ojo a las fundamentales leyes para tener criterio para la discusión. Muchos conocen determinadas leyes, la Constitución libro de 136 artículos sobre todo, pero están los códigos penales y civiles de sus respectivas entidades y los federales y ciertas leyes que cada quien precise, sobre derechos y asuntos específicos. Podemos llegar a saber más que los actuales ministros.
