LIBROS DE AYER Y HOY/ Hermann. El verdadero rostro de los marchistas

TERESA GIL

La paradoja de las dos marchas del 15 de noviembre, fue  mostrada por el destacado escritor Hermann  Bellinghausen en una crónica publicada por La Jornada el pasado 16 de noviembre.  Parte de la misma y que lo dejó a él y a muchos de nosotros sorprendidos, es que los manifestantes calificados como parcos y bien portados durante la marcha, estuvieran tan  jubilosos cuando los agresores encapuchados   empezaron a hacer de las suyas en el Zócalo. Y estaban no solo jubilosos en sus expresiones, risas  de alto  nivel (carcajadas) incluso, sino por la expresión  de sus palabras y el sonido salido  de sus manos llamado aplauso,  que juntas aprobaban  lo que sucedía con las vallas que cubrían el frente del Palacio Nacional ¿Que hubiera pensado como ser humano la Virgen de Guadalupe que portaban  varios de los manifestantes y qué significaría la violación  del banderín blanco que muchos llevaban, que alude a  paz y claridad en primer término. Era natural que el escritor captara, como lo captamos  muchos, que había una contradicción y que la sensatez de las dos marchas (como lo recalcaban las notas periodísticas), fue algo fraguado, que se traicionó en cuanto estuvieron frente a lo que realmente buscaban y deseaban: la violencia que se expresó contra la 4T y  y la Presidenta Claudia Sheinbaum.

 

Y USABAN LA CONCEPCIÓN DENEGATORIA QUE ELLOS USAN PARA MÉXICO

Ya hemos visto como algo común en México, que cierta gente tienda a totalizar:

“nada es bueno”, “todo está mal”, “No hay libertad en México”  y obtengamos frases así, en miles,  para conocer la idea que tiene un  porcentaje de ciudadanos de su realidad. O de su concepción utilitaria. Eso es lo que se vio en las dos marchas del pasado 15 de noviembre, cuando un México tan lleno de diversidades, se convertía en uno solo en el que nada sirve. El que la presidenta haya  dado pensiones a millones de ancianos y becas a jóvenes, que se hayan eliminado de esa condición 13 millones de los pobres de los 60 millones (CEPAL), que dejaron el PRI y el PAN, no tiene importancia. Que el gobierno  se acerque al pueblo, que busque los cambios de un país olvidado por décadas, “no es nada” para ellos. Bellinghausen describió  algunas expresiones que se desprendían de la reunión alterada en el Zócalo. Y más cuando cierra su crónica  mencionando a una joven a punto de llorar, que denuncia “la falta de libertad de expresión”, en el momento en que la está utilizando ante las cámaras de una televisión comercial.

 

HOMBRES Y MUJERES DE DERECHA, SIN  NINGÚN RESPETO AL GÉNERO FEMENINO

Los integrantes de las dos marchas que alteraron la vida de la gran ciudad, sin  haber otorgado al pueblo citadino ningún  valor,  se exhibieron tal como son.  Amantes de un machismo vapuleador de mujeres, sucio y degradante del género propio y del otro. Las expresiones contra la presidenta son de personas de nivel muy bajo así se tratara de hombres o de mujeres. Las risas, las burlas, las feas expresiones dirigidas a la presidenta  vienen de un sector minúsculo frente al gran pueblo que tiene otras concepciones.  Ante esta agresión que una luchadora social como Claudia no  merece, la pregunta que surge es donde se encontraban y se encuentran, esas que aparecen también de forma utilitaria, defendiendo a su género. Las que se autonombran defensoras de la mujer, algunas de las cuales deben de haber andado por ahí.

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